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La justicia rusa anunció el miércoles el fin de las acciones judiciales contra los 30 militantes de Greenpeace acusados de "vandalismo" por una acción de protesta en el Ártico.
El proceso avanzó este jueves, cuando el gobierno de Rusia comenzó a entregar visas a los activistas que fueron amnistiados por una ley del parlamento local, indicó la ONG ecologista; entre estos militantes figuran dos argentinos y una brasileña.
El británico Anthony Perrett "obtuvo su visa y va a dejar Rusia en los próximos días", declaró a la agencia AFP un portavoz de Greenpeace, que apuntó: "Esperamos que todos los militantes tengan sus permisos entre hoy y mañana".
La comisión de investigación rusa en San Petersburgo había convocado en sus locales a todos los miembros de la tripulación del navío 'Arctic Sunrise', comunicándoles a lo largo de la jornada del miércoles que se abandonaban las acusaciones contra ellos.
De los 30 tripulantes, 26 son extranjeros en Rusia. Sin la visa de su pasaporte que certifica su entrada legal en el país, los militantes ecologistas no pueden volver a sus lugares de origen o residencia.
Los miembros de la tripulación del barco de greenpeace fueron detenidos en septiembre tras una acción contra una plataforma petrolera de Gazprom en el Ártico. Luego fueron trasladados a San Petersburgo y en noviembre recuperaron la libertad bajo fianza.
Imputados en un primer momento por piratería, un crimen castigado con hasta 15 años de cárcel máximo, finalmente fueron inculpados por vandalismo, un delito que se castiga con una pena de hasta siete años de cárcel.