Continúa la negociación para lograr un "acuerdo de precios cumplibles"

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 Télam 162
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Las recientes declaraciones del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, sobre el futuro acuerdo de precios que anunciará el Gobierno en las próximas horas dejan en evidencia el apuro por llegar con la oferta de productos antes de Navidad, y en medio de un contexto de aumento de la inflación más un enrarecido clima social.

Capitanich reconoció hoy que el equipo económico está preocupado por la inflación. Las próximas 48 horas serán fundamentales para terminar de cerrar los precios de los 187 productos que integraran la canasta. La negociación secreta con los fabricantes y proveedores comenzó el miércoles pasado y la llevan a cargo el jefe de Gabinete, el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el secretario de Comercio Interior y Exterior, Augusto Costa.

El miércoles o el jueves de esta semana, todavía no esta definido, el Gobierno se reunirá con los principales actores del  sector empresarial de la Argentina, para anunciar lo que desde el equipo económico llaman un "acuerdo de precios cumplibles" para unos 187 productos que se extenderá hasta fines de marzo del 2014. La gran duda que subyace en el equipo económico es cómo podrá funcionar este tipo de acuerdo en medio de un contexto social enrarecido.

Este fin de semana Kicillof, Capitanich y Costa trabajaron junto a sus colaboradores para poder consensuar algunas ideas para anunciar un acuerdo de precios que será diferente en lo que respecta a su nombre, por lo menos, con respecto a los anunciados por Guillermo Moreno en su largo reinado.

La novedad que surgió es que el cumplimiento de mantener los precios de productos como harina, aceite, arroz, fideos, azúcar, yerba, café, pan dulce, budines, galletitas,  sopas y productos de tocador y limpieza que integrarán la canasta de productos básicos estará a cargo de las cadenas mayoristas, los súper e hipermecados. Serán ellos los que deberán informar al Gobierno si los fabricantes cumplen el acuerdo establecido en lugar de ser el Gobierno o integrantes de La Cámpora como ocurrió con el último acuerdo firmado el año pasado para 500 productos que no se cumplió.

En cambio el Estado nacional será el que controlará los niveles de producción de las empresas para que no falten productos en el mercado. Por eso desde el Gobierno se habla de "precios cumplibles" en lugar de "control de precios o congelamiento" que aplicaba Guillermo Moreno, quien por otro lado autorizaba aumentos discrecionales para las empresas que iban desde el 3% para productos de primera necesidad hasta el 12% para productos premium.

Pero no solo eso, la semana pasada el supersecretario Augusto Costa les informó a las principales empresas productoras de alimentos y artículos de limpieza nucleadas en la COPAL que además de fijar los precios de los productos y controlar los niveles de producción también se encargará de establecer el margen de ganancia o la rentabilidad que tendrán las empresas y que las mismas deberán aumentar sus niveles de inversión para producir más productos.

Ese elevado nivel de intervencionismo estatal se plasmó mediante un pedido de Costa para que envíen toda la información que se subirá al sitio de la nueva Secretaría de Comercio Interior y Exterior y que será información pública.

Este sistema ya había sido instrumentado por Costa cuando asumió en diciembre de 2011 en la Subsecretaría de Competitividad y Mejora Económica, a cargo ahora de la joven economista Mariana González que forma parte de los equipos que trabajan en la instrumentación del nuevo sistema de "precios cumplibles", como lo llaman ahora desde el Gobierno. A eso habrá que sumarle el control de la AFIP, que supervisará los precios en los supermercados por medio de los controladores fiscales online instalados allí.

La sorpresa es que Costa les  anunció que no quería mas "productos trampa" dentro de las listas, lo hizo ante algunos de los gerentes o directores de las empresas alimenticias que los visitaron, como Mondelez, Arcor y Molinos, entre otras. El análisis que hacen desde la secretaría de Costa es que varias empresas colocan en las listas de precios máximos productos con precios muy bajos que casi no producen y no se encuentran en las góndolas y dejan afuera productos de similares características pero con distinta presentación en su envase que son hasta un 50% más caros.

En ese aspecto mencionan entre otros casos la diferencia de precios de los yogures de una conocida empresa láctea que son casi idénticos en su contenido pero la descripción del producto en su envase es distinta y su  precio difiere. Otro caso es el pan lactal, en los que difiere el precio pero el producto es casi el mismo.

"El acuerdo de los 500 productos de Moreno funcionó durante un tiempo pero después aparecieron los productos trampa, que fueron impulsados por algunos fabricantes, que rompieron el acuerdo con una fuerte disparidad de precios", les dijo Costa a los empresarios, quienes esperan las próximas 48 horas para presentar sus listas de productos al Gobierno.

En esas discusiones también quedará determinada la cantidad de artículos que ingresarán a la canasta, si serán 120 o llegarán a los 200 como pretende el tándem Kicillof-Capitanch y el supersecretario Augusto Costa.

Una última acotación: la semana pasada se fijó una canasta navideña con un costo de 39 pesos mientras que el año pasado ese misma canasta por el acuerdo firmado por Guillermo Moreno valía unos 15 pesos. En el fondo el Gobierno reconoce un aumento de la misma del 160%. Es un dato  contundente que no se puede ocultar más allá del acuerdo de "precios cumplibles" que impulsa el tándem Kicillof-Capitanich.