Mendigo de Nueva York creó una app contra la contaminación

Estaba pidiendo limosna cuando le ofrecieron u$s100 o un curso de programador. Ahora publicó Trees for cars, una aplicación que busca mejorar el transporte, ahorrar dinero y reducir la emanación de gases

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 Journeyman-Facebook 163
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El 21 de agosto de 2013 Patrick McConlogue iba camino a su trabajo como ingeniero en sistemas y se cruzó con el mendigo que ya había visto otras veces en un parque cercano. Decidió entonces cumplir con lo que había planteado en un blog del sitio Medium.

Había miles de personas esperando por la respuesta del hombre que dormía en la plaza y vivía de la caridad ajena. Le iba a ofrecer un billete de 100 dólares o clases de programación gratis para conseguir una salida laboral.

"Te veo todos los días cuando voy a trabajar, sé que esto es muy extraño, pero ¿sabes que hay días diferentes de otros? Hoy no es igual que ayer. Así que tengo una pregunta totalmente rara para hacerte..."

Leo Grand decidió tomar la segunda opción de las que le ofreció su inesperado mentor, y a partir de entonces, cada caminata de Patrick a su jornada laboral tuvo una parada extra en medio de la plaza para darle una clase de una hora a su alumno sin techo.

Él no lo sabía, pero su elección hizo que la historia comenzara a viralizarse en Internet y muchos quedaron pendientes de sus progresos mientras trabajaba con tres libros de JavaScript (principiante, avanzado y experto) y se familiarizaba con complejos códigos en una laptop de bajo costo para aprovechar una oportunidad como nunca imaginó tener.

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Leo muestra la aplicación en un teléfono celular

La historia terminó en una aplicación que permite a los neoyorquinos ponerse de acuerdo entre sí para compartir transporte rumbo a su zona de trabajo, de manera que puedan reducir la cantidad de vehículos en el corazón de la ciudad y con ello también la contaminación ambiental.

Trees for cars (Árboles por coches) funciona con el contacto y la solidaridad entre los usuarios, y a medida que se van poniendo de acuerdo un contador suma la cantidad de dinero que se ahorra en combustible y cuánto dióxido de carbono se evita emanar hacia la atmósfera.

Está disponible para iOS y Android, y se pueden consultar más detalles en su Facebook

Leo tiene 36 años y vive en Nueva York, mientras que su "profesor", Patrick, tiene 23. Se trata, sin dudas, de una de las "historias mínimas" más inspiradoras del año.