La Justicia le advirtió que varias locomotoras de la línea San Martín tienen su "vida útil vencida"

Las máquinas cuestionadas son no menos de 15, construidas en 1957. La jueza Servini de Cubría exigió que sean reemplazadas por las nuevas formaciones chinas. La conclusión surgió tras una pericia en un accidente donde una locomotora se quedó sin frenos

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 Adrián Escandar 162
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La jueza federal María Servini de Cubría advirtió al ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, que al menos 15 locomotoras de la línea San Martín tienen "su vida útil prácticamente vencida".

Se lo hizo saber por oficio, a raíz de los resultados de un peritaje que recibió en una causa por un accidente en el que una locomotora ALCO impactó con la formación al querer engancharla, porque -dictaminaron- se quedó sin frenos.

La advertencia al funcionario se realizó con el fin de poner la situación en su "conocimiento" y para "la adopción de medidas de control y seguridad que estime pertinentes respecto al funcionamiento" de las locomotoras ALCO.

El 9 de septiembre pasado, la locomotora B822 de la ex línea de ferrocarril San Martín llegó a la Terminal de Retiro con toda la formación, como es el procedimiento habitual, desenganchó para pegar la vuelta y enganchar la formación en la otra punta para salir nuevamente a servicio.

Justamente cuando estaba queriendo enganchar, el motorman aplicó los frenos pero la locomotora que retrocedía lentamente no frenó e impactó levemente contra la formación. Por el hecho no se registraron heridos graves. La velocidad al momento del impacto fue de 13 kilómetros por hora y en retroceso, lo cual explica que haya habido lesionados leves.

La pericia a cargo del experto Raúl Díaz, el mismo que intervino en la tragedia ferroviaria de Once y de Castelar de este año, fue concluyente: fallaron los frenos, el motorman no tuvo ninguna responsabilidad.

El informe al que accedió Infobae  concluyó que "no se accionaron los cilindros de freno y los vástagos que llevan a las zapatas al contacto con las ruedas para el proceso de frenado".

"El aire del comando no llega a la válvula 6KRV y consecuentemente ésta no direcciona aire al cilindro de freno y por ende la locomotora no se detiene", consignó Díaz. O sea, fallo una válvula que es de 1957; esto pudo haber sido provocado por una simple rotura o por el bloqueo de algún componente mecánico.

Para despejar dudas, el perito ratificó que "el método de conducción fue correcto". El problema fue "un defecto" en el material rodante, ya que esas locomotoras, que serían 15 en funciones en la línea San Martín, tienen "su vida prácticamente vencida".

Para despejar dudas, el perito realizó pruebas de frenado de la locomotora B822 en el interior del taller de Retiro de UGOFE. "Se comprueba que los frenos no se aplican ante el accionamiento del freno independiente estando la locomotora con las válvulas originales, esto es, se repite la condición de falla encontrada el día del accidente", dictaminó.

Pero al reemplazar la válvula 6KRV, la cual un gráfico adjuntado a la pericia muestra en el exterior de la locomotora, por otra equivalente de uso comprobado en máquinas análogas, "se comprueba que los frenos funcionan correctamente".

Incluido con la pericia, la jueza estuvo presente una jornada en el lugar de los hechos para realizar una inspección y ahora puso sobre aviso al Gobierno. Además, pidió a la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencias SA (UGOFE) que identifique cuántas son las locomotoras de ese tipo que están operando y de ellas si están afectadas al transporte de pasajeros, pero también "la fecha probable de su eventual salida definitiva de servicio".

Ello en alusión a que desde el Gobierno se prometió el arribo de material rodante de origen chino mucho más actualizado pero no se sabe cuándo.

Servini de Cubría también pidió a UGOFE el organigrama y responsabilidades del área de mantenimiento de locomotoras diésel al momento del hecho, y si tras el accidente se adoptó "algún programa urgente de revisión del sistema de frenado sobre dichas locomotoras".

Que los trenes y lo que rodea al servicio es viejo no es novedad, incluso es la sospecha que hubo detrás de las tragedias ferroviarias de estos últimos años sumado a la impericia de los conductores. Ahora, una jueza se lo hace saber al Gobierno antes que ocurra un nuevo accidente.