Cientos de manifestantes tomaron la sede del gobierno de Tailandia

Luego de varios días de enfrentamientos con la policía, un grupo de personas ingresó al palacio presidencial sin que las fuerzas del orden respondieran. Se consideró una verdadera "victoria simbólica"

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Manifestantes antigubernamentales tomaron este martes el complejo de oficinas de la primera ministra mientras la policía observaba sin hacer nada, lo que les significó una victoria simbólica después de tres días de enfrentamientos.

Cientos de manifestantes entraron al jardín de la casa de gobierno, haciendo ondear banderas tailandesas y haciendo sonar silbatos para celebrar la victoria simbólica.

La inesperada marcha atrás de la estrategia del gobierno sugiere que no desea enfrentar a los manifestantes y está dispuesto a llegar a un acuerdo para aliviar las tensiones antes del 86 cumpleaños del reverenciado rey Bhumibol Adulyadej el jueves.

Después de enfrentar a los manifestantes con gas lacrimógeno y balas de goma desde el sábado, la policía se mantuvo en las aceras mientras los manifestantes retiraban las barreras en la carretera que lleva a las oficinas del gobierno y entraron caminando al complejo.

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Anteriormente el martes, la policía usó grúas para sacar grandes bloques de hormigón y barricadas de alambre de púas en una vía cercana que lleva a la sede de la policía, tras aceptar que los manifestantes entraran al edificio.

Se había esperado ampliamente llegar a un acuerdo que permitiera a los manifestantes hacer una pausa en sus actividades por el cumpleaños del rey Adulyadej el jueves. El rey goza de gran respeto de toda la población y es considerado la única figura que une al país.

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Los funcionarios del gobierno no hicieron comentario alguno sobre los acontecimientos y no estaba claro si la nueva situación ofrecería más que una pausa temporal a la violencia y el enfrentamiento político, que ha afectado la democracia, la economía y el gobierno tailandés.

Los manifestantes, en su mayoría de clase media de Bangkok y partidarios del oposicionista Partido Demócrata, acusan a la premier de ser un títere de su hermano mayor, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien fue derrocado en un golpe militar en 2006 pero sigue siendo una figura clave en la crisis política del país y es el punto central de la furia de los manifestantes.