El otro Aníbal: árbitro de vóley, futbolista frustrado y las peleas con su mamá fanática de Boca

Es presidente del "Cervecero" y de la Confederación Argentina de Hockey pero revindica a la política como su vocación. En una entrevista con Infobae, el senador Aníbal Fernández repasó aspectos de su vida hasta hoy desconocidos por la mayoría

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Natalia Bohdan
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Es presidente del "Cervecero" y de la Confederación Argentina de Hockey pero revindica a la política como su vocación. En una entrevista con Infobae, el senador Aníbal Fernández repasó aspectos de su vida hasta hoy desconocidos por la mayoría

Fue allá por fines de los 60, principios de los 70, cuando con un grupo de amigos de la escuela primaria de Aníbal Fernández emprendió viaje (en tren) al sueño de todo pibe, un sueño que duró lo que una prueba de fútbol: "Fui a probarme a Quilmes, entré, y luego me dijeron 'no vengas más'", recuerda de una tarde cualquiera en Bernal cuando le confirmaron que lo suyo no era el fútbol.


"Quilmes tenía las inferiores en un lugar horrible, feísimo en Bernal y había que hacer un viaje para llegar... De la estación había que caminar como 20 cuadras hasta ahí, un lugar muy feo, un club que se llama Juventud de Bernal al que fuimos con otros chicos, otros compañeros de la escuela primaria, a los 12 o 13 años. Lo mío fue un espanto y ahí terminó", recuerda con gracia el actual senador de la Nación.


De aquella experiencia recuerda también que "eran montoneras de pibes que se iban a probar, entrabas, te preguntaban de qué jugabas, te hacían jugar un tiempo, salías, entraba otro, no te decían nada, hasta que un día te decían vos no vengas más y a mí un día me señalaron también". La vuelta a casa no fue traumática: "Yo nunca fui un dechado de virtudes como para decir 'qué jugador se está perdiendo Quilmes'", reconoce, y da vuelta la página.


En la siguiente, la historia cuenta que tuvo buenas épocas como jugador de vóley, que fue subcampeón de un torneo metropolitano y que se recibió de árbitro de ese deporte que practicó durante cuatro años, entre los 15 y los 19.

El final de la secundaria lo encontró ya con su vocación definida. Salió  de la Universidad de Lomas de Zamora con los títulos de Contador Público (1982) y Abogado (2001), dando comienzo en el medio a su carrera política, vigente hasta la actualidad.

Es una de las figuras más destacadas de la política nacional, amante de los Redonditos de Ricota y fanático de Quilmes, club que preside desde que en agosto pasado la lista que encabezó ganó las elecciones.

Aníbal Fernández dice, sin embargo: "

La sentencia sorprende para el titular del club "Cervecero", el que decide el destino de la institución en la que se practican disciplinas como hockey, patín, artes marciales, tenis, natación y tantas otras. Aníbal es, además, presidente de la Confederación Argentina de Hockey desde abril pasado, pero prefiere destacar que lo suyo es la política.

Como presidente de Quilmes tomó la decisión de echar de su cargo al técnico Nelson Vivas, por aquel episodio violento en el que se tomó a golpes de puño con un hincha. De aquella medida, recuerda: "Lo cité a la oficina y le dije: 'Mirá, no hay vuelta atrás de este tema porque van a seguir insistiendo sobre una cosa de esa característica y vos sos el capitán de este barco, vos no podés tomarte esa atribución, cometiste un error y con todo el dolor del alma no podés seguir estando al frente del plantel profesional'".


      
Tras la salida de Vivas, llegó Blas Armando Giunta, un DT que, al decir del senador, "rescató el estilo de Quilmes. Con él el equipo juega bien, me gusta cómo juega Quilmes", reiteró.

Disfruta del buen fútbol, dice, pero lamenta que hoy los buenos pasajes se den a cuentagotas: "Con ver a Boca y a River uno se da cuenta que no es un buen momento el del fútbol argentino"añora aquellos buenos viejos tiempos: "Antes se veían otros equipos, no es por menospreciar a los jugadores que están, pero no aparecen los grandes jugadores que hasta hace poco había".


Destaca que "Boca está teniendo un poquitito de importancia con la presencia de Gigliotti y el "Burrito" Martinez, pero siguen sin ser las profundidades de los "Manteca" Martínez, de los Palermo o de los Barros Schelotto" y en ese sentido agrega: "No es menoscabar la situación de los jugadores actuales, pero estamos un poquito atrás de lo que fueron siempre históricamente esos equipos que eran matadores… esos equipos se sienten".


Concreto, preciso, sin vueltas en sus respuestas apunta a la violencia como uno de los factores que atentan contra el fútbol, opina que el AFA Plus será un remedio para esa enfermedad pero apunta que "el carnet no se termina de poner porque Boca y River no resuelven el tema de sus hinchadas que quieren entrar gratis y entonces pagan miles por unos pocos, porque los que hacen lío siempre son pocos".


Elige una "Argentina campeón del mundo antes que Quilmes campeón de la Libertadores" porque considera ese objetivo muy difícil de lograr porque, para eso, "hay que hacer un esfuerzo supremo", aunque en algún lugar guarda una esperanza. Se declara seguidor de la Selección pero fanático del "Cervecero" y recuerda con una sonrisa sus intentos por convertirse en deportista. Aníbal Fernández, algo más que un aspirante de atleta.