La Iglesia también tiene su 7-D: convocó a un ayuno contra las drogas

La Conferencia Episcopal Argentina llamó a una jornada nacional de oración para advertir contra el avance del narcotráfico. La semana pasada emitió un documento para advertir el avance del flagelo: "Si la dirigencia no toma medidas, costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar las mafias"

Compartir
Compartir articulo
 Télam 162
Télam 162

La Conferencia Episcopal Argentina convocó a una jornada de ayuno y oración para el 7 de diciembre por el "drama" de las drogas, tres días después de difundir un severo documento con críticas a la "ausencia del Estado" en la lucha contra el narcotráfico.

Los obispos precisaron que la iniciativa piadosa busca "acompañar la preocupación" por esta problemática sintetizada en las "reflexiones" presentadas el viernes. En la jornada de oración se pedirá "a Dios que mueva y sostenga los corazones y las voluntades de quienes tienen en sus manos la responsabilidad de los recursos de la ley, para frenar la perversa y devastadora fuerza de las drogas", subrayaron en un comunicado.

El Episcopado argentino también invitó a rogar "por la construcción de una cultura del encuentro y la solidaridad, como base de una revolución moral que sostenga una vida más digna" y por "la conversión" de los narcotraficantes.

Tras indicar que la fecha elegida es el 7 de diciembre, los obispos precisaron que ese día se celebrarán misas por esta intención en todos los templos del país y se recordará a "los enfermos, a sus familiares y a los fallecidos por causa de este flagelo". "La oración es una expresión de confianza dirigida a nuestro Padre Dios que siempre quiere lo mejor para sus hijos, y conoce muy bien lo que padecemos y sufrimos cuando un niño, un joven o un adulto pierden la libertad, la salud y hasta la propia vida por causa de las drogas", aseguraron en la convocatoria.

El viernes, la Iglesia advirtió en un documento sobre el avance sin freno del narcotráfico en el país como consecuencia de la ausencia del Estado, la corrupción y las complicidades de la dirigencia. "Si la dirigencia política y social no toma medidas urgentes costará mucho tiempo y mucha sangre erradicar estas mafias que han ido ganando cada vez más espacio", alertaron los obispos en el marco del plenario episcopal.