Cierran sin acuerdos las negociaciones por el plan nuclear iraní, pero volverán a reunirse el 20

Pese al optimismo inicial, los ministros de Relaciones Exteriores de Irán y de EEUU, Francia, Reino Unido, Rusia, China y Alemania, no pudieron arribar a un entendimiento. Volverán a reunirse el 20 de noviembre

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 AFP 163
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Irán y las seis potencias que negocian la forma de implementar controles al programa nuclear iraní para garantizar su fin pacífico se quedaron hoy a poco de cerrar un acuerdo que parecía inminente y que intentará alcanzarse el próximo 20 de noviembre, en una nueva ronda de negociaciones.

"Vinimos a Ginebra para cerrar las diferencias y puedo decir sin exageración que no sólo lo hicimos, sino que logramos progresos significativos. No tengo duda, estamos más cerca (de un acuerdo)", confirmó al comparecer ante la prensa el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, al término de tres días de intensas consultas.

Tras anular parte de una gira a Medio Oriente, Kerry llegó de forma sorpresiva a Suiza para tomar parte directamente en las negociaciones, una decisión que imitaron muy rápido sus homólogos de Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia, y un viceministro chino de Exteriores, y que hizo disparar las expectativas.

Esos países forman el llamado "G5+1", los cuales en nombre de la comunidad internacional exige que Irán adopte medidas muy concretas y en el corto plazo para frenar sus actividades nucleares consideradas amenazantes.

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En contrapartida, Irán espera que Occidente decida sobre la forma y un calendario para el alivio de las sanciones económicas que soporta desde 2006 y que se han ido endureciendo de forma progresiva.

En tres días de frenética actividad diplomática y reuniones, los negociadores consiguieron avances significativos, pero se entramparon en los detalles sobre los compromisos que cada parte debe asumir para alcanzar su objetivo.

"Es natural que cuando se empieza a entrar en los detalles haya diferencias y lo esperábamos", dijo el ministro iraní de Exteriores, Mohamed Javad Zarif, al término de tres días de negociaciones.

Zarif aseguró no sentirse desilusionado por la imposibilidad de llegar a un acuerdo y destacó que lo que venía buscando era comprobar que sus interlocutores tenían "voluntad política, determinación y buena fe".

Tanto Zarif como Kerry expresaron con distintas fórmulas su confianza en que lo avanzado en las últimas 72 horas sea una base sólida para ir hacia adelante e incluso cerrar un acuerdo en una próxima reunión, convocada para el 20 de noviembre.

El jefe de la diplomacia estadounidense pidió paciencia, recordó que "la diplomacia necesita tiempo" y que las partes también lo necesitan para evaluar todos los aspectos de lo avanzado.

"Lleva tiempo crear confianza entre países que llevan en desacuerdo tanto tiempo, en nuestro caso con Irán ha sido desde 1979", recordó.

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De una opinión similar fue el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, quien aclaró que el tiempo pasado en Ginebra "no fue gastado en vano" y que el resultado es que ahora hay bases claras sobre lo que Irán debe hacer para cumplir con las exigencias de la comunidad internacional.

A lo largo del día, distintas fuentes diplomáticas apuntaron a Francia como el país que había creado más obstáculos para llegar a un compromiso final esta misma noche, una cuestión que Kerry eludió y frente a la cual prefirió señalar que "hubo unanimidad en las posiciones y en el propósito".

Todas las figuras que participaron en estas negociaciones guardaron reserva sobre los aspectos y detalles en los que persisten las diferencias, pero la mayoría se refirió, Zarif y Kerry principalmente, en que ésta es una oportunidad única que no debe perderse, tras diez años de infructuosos intentos.

A pesar de que no se habló públicamente de ello, varias fuentes diplomáticas han coincido en indicar que todavía está por resolver la forma y grado de control de las actividades nucleares de Irán, a través de la Agencia Internacional de Energía Atómica, así como la interrupción del enriquecimiento de uranio.

Irán espera que cualquier concesión que haga sea correspondida principalmente a través del alivio de las sanciones que tanto daño han hecho a la economía del país, pero que también se reconozca su derecho a tener actividades nucleares con objetivos civiles.