Los niños volvieron a ser protagonistas en la televisión de la mano de Julián Weich que regresó a la pantalla de El Trece con un novedoso y entretenido programa de juegos, Si los chicos quieren. En el mismo los padres participaron por un premio de 50 mil pesos.
Un salón lleno de peluches, muñecos y todo tipo de juguetes recibió a los concursantes de edades entre 2 a 5 años, mientras que del otro lado con el conductor observaban mamá y papá. Cada una de las cuatro familias que estuvieron en el debut tuvo que cumplir con una consigna diferente.
Los varones jugaron a la pelota con los papás y las nenas a la concina con sus mamás pero quien quedaba en el estudio tenía que adivinar cuántos goles iban a meter o cuántos sandwiches podían preparan en un tiempo determinado.
Algunos acertaron, otros no, de todos modos, nadie se quedó afuera de la final en la que las familias se enfrentaron para clasificarse para entrar en el juego por los 50 mil pesos, en el que tuvieron que cumplir con difíciles pruebas y un riguroso cuestionario.
Como en sus orígenes, Julián volvió a la pantalla chica y al canal que lo vio crecer con Sorpresa y media, y en el que estuvo durante 18 años ininterrumpidos.