Los Priebke decidieron sepultar al criminal nazi en Roma

El prefecto de la ciudad les había impuesto a los hijos definir el destino final del cuerpo este mismo sábado. Su abogado adelantó que quedará en Italia, aunque les prohibieron un funeral público

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 AFP 163
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El prefecto de Roma, Giuseppe Pecoraro, le había dado a la familia del criminal de guerra nazi Erich Priebke, un ultimátum para que entierren o incineren sus restos o si no serán las autoridades italianas las que se ocupen de su destino final.

El diario "Corriere della Sera" detalló que Pecoraro, que se ocupa de las cuestiones de seguridad en la capital italiana, impuso como límite el día sábado para que los hijos de Priebke, que viven en Argentina, entreguen los documentos necesarios para incinerar el cuerpo o darle sepultura en Italia o en otro país.

El Estado italiano les aseguró que por motivos de seguridad se harían cargo del cadáver si no llega la documentación y les exigió que renuncien definitivamente a un funeral público después de los últimos altercados que se crearon cuando se intentaron celebrar las exequias en su honor en el pueblo romano de Albano Laziale.

El abogado del antiguo capitán de las SS, Paolo Giachini, confirmó que el ataúd con los restos de Priebke, que murió el 11 de octubre a los 100 años, se encuentra aún el aeropuerto militar de Pratica di Mare (en el litoral romano), donde fue trasladado el 15 de octubre para evitar posibles nuevos incidentes como los que se vivieron en Albano Laziale. Y adelantó que su sepultura será también en Roma.

Las opciones, añade Giachini, eran llevarlo a Alemania, donde hubo personas que se mostraron de acuerdo en enterrarlo en sus panteones o que se quede en Italia, donde también había gente lista para hacerse cargo de los restos.

Pero las autoridades alemanas no estaban dispuestas a repatriar el cadáver, por lo que la situación no se resolvía.

El ayuntamiento de Rovere, en Novara (norte de Italia), notificó el sábado que no permitirá que Priebke sea enterrado en la localidad, a pesar de que uno de sus habitantes se había mostrado dispuesto a ceder la tumba de familia "para lanzar un mensaje de perdón".

Priebke fue extraditado a Italia desde Argentina en 1994, donde se había escondido y condenado a cadena perpetua por la matanza de las Fosas Ardeatinas, el 24 de marzo de 1944.

El capitán de las SS fue uno de los responsables de la muerte de 335 italianos, de ellos 75 judíos, que fueron fusilados por las tropas nazis que ocupaban Italia en represalia por la muerte, el 23 de marzo de 1944, de 33 soldados alemanes en un atentado de los partisanos en la romana Via Rasella.

La presencia de Priebke en Roma, donde se le concedió el arresto domiciliario al tener 81 años, fue siempre muy polémica, y hubo muchas protestas cuando se le concedieron los permisos para salir de casa y se le veía tranquilamente paseando.


El prefecto de la ciudad les había impuesto a los hijos definir el destino final del cuerpo este mismo sábado. Su abogado adelantó que quedará en Italia, aunque les prohibieron un funeral público

Antes de morir, Priebke grabó en un vídeo una declaración, que se dio a conocer hace unos días, y en la que aseguraba que los fusilamientos en las Fosas Ardeatinas, por los que cumplía cadena perpetua en Roma, "fueron algo terrible".

Sin embargo acusaba a los partisanos de haber cometido el atentado de Via Rasella a sabiendas de que como consecuencia traería una represalia en la que morirían italianos y con el objetivo de "levantar una ola revolucionaria entre los vecinos de la capital".

Además, Priebke afirma en este comunicado que vivió la matanza "como todos sus compañeros, como algo terrible" pero inevitable.

Priebke recordó que antes de proceder con la masacre de las Fosas Ardeatinas, su superior le avisó de que no podían oponerse a ejecutarla por tratarse de "órdenes directas de Hitler" y que si se negaban a llevar a cabo el fusilamiento, serían también ejecutados junto al resto.