El jefe republicano del Congreso prometió que no dejará que EEUU caiga en default

John Boehner afirmó que evitará el catastrófico escenario, aun si tiene que incumplir normas del partido. El 17 de octubre vence el plazo para que se aumente el límite de endeudamiento

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 AFP 163
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El presidente de la Cámara de Representantes de EEUU, el republicano John Boehner, ha asegurado a sus correligionarios que está dispuesto a evitar que el país llegue a suspender pagos, incluso si tiene que incumplir normas del partido. El diario The New York Times, que cita a fuentes republicanas que hablaron bajo condición de anonimato, afirma que Boehner estaría dispuesto a saltarse la llamada Regla Hastert, una norma informal de los republicanos consistente en no someter a votación una ley en la Cámara si no tiene un apoyo mayoritario entre la propia mayoría.

El vocero de Boehner, Michael Steel, ha rehusado confirmar los detalles de las conversaciones que el presidente de la Cámara mantuvo con los congresistas de su grupo en los últimos días, pero dijo que éste siempre ha creído que el impago de la deuda federal, en el que podría incurrir EEUU a partir del próximo día 17, debe evitarse.

"Boehner siempre ha dicho que Estados Unidos no va a entrar en suspensión de pagos, pero que si vamos a elevar el límite de la deuda, tenemos que hacer frente a sus causas y al déficit", dijo Steel. "Por eso necesitamos un proyecto de ley con los recortes y reformas que pongan de nuevo nuestra economía en movimiento y creen puestos de trabajo", agregó.

Cabe la posibilidad de que Boehner apruebe llegar a un aumento del límite de la deuda con una escasa mayoría de votos republicanos y que sean los demócratas quienes consigan inclinar la balanza, como ocurrió en el pasado con las medidas presupuestarias.

Precisamente, Estados Unidos se encuentra, este jueves, en su tercer día de paralización parcial de las agencias federales, la administración, a causa del desacuerdo en la Cámara sobre la ley de financiación temporal del Gobierno antes del 1° de octubre, cuando comenzó el año fiscal 2014.

Ante la falta de acuerdo sobre un presupuesto, lo que viene ocurriendo desde 2009, el Congreso ha superado, durante los últimos años, este trámite para evitar un cierre parcial de la Administración.

Sin embargo, este año la mayoría republicana en la Cámara baja se ha negado a dar luz verde a la ley si esta no incluía una disposición que retirara los fondos federales o retrasara la ejecución de la reforma sanitaria, la ley estrella de la Administración de Barack Obama, cuya aplicación acaba de comenzar.

Estados Unidos no pasaba por una situación así desde 1996, pero la polarización del Congreso ha derivado en esta situación excepcional que aumenta la preocupación sobre si se logrará finalmente un acuerdo respecto al límite de la deuda, ahora situado en 16,4 billones de dólares.