Buffett ya había anunciado en marzo que quería invertir en una participación en Goldman Sachs. En ese entonces, argumentó que tenía una larga relación comercial con la entidad financiera, que databa del año 1940.
El jefe de Goldman Sachs, Lloyd Blankfein, expresó en ese entonces su satisfacción por la posibilidad de que Buffett se convirtiera en gran accionista.
El inversor aprovechó parte de un antiguo acuerdo con la institución, ya que en 2008, en plena crisis financiera, Buffett le prestó 5.000 millones de dólares al banco.
Los fondos fueron reembolsados junto con los intereses correspondientes hace ya tiempo, pero
continuaba
vigente el compromiso por parte de la gerencia del banco
de otorgarle a Buffett acciones a un precio preferencial.