Bajo presión, Al Assad se declara dispuesto a ceder el control de su arsenal químico

"Lo hacemos por Rusia", dijo el dictador sirio, que intentó despegarse de las exigencias impuestas por los Estados Unidos tras la masacre contra civiles del 21 de agosto: "No nos han influenciado", sostuvo

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 AFP 163
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El presidente sirio Bashar al Assad confirmó este jueves que Siria pondrá bajo control internacional su arsenal químico y enviará documentos a la ONU para firmar un acuerdo, pero afirmó que esta decisión no se debe a la amenaza de ataque estadounidense.

"Siria pone bajo control internacional sus armas químicas a causa de Rusia", declaró según la traducción al ruso de sus palabras en una entrevista que anticipó a la cadena pública Rusia-24. "Las amenazas de los Estados Unidos no han influido en la decisión de poner bajo control las armas químicas", añadió.

Ahora el régimen de Damasco debe poner en manos de las Naciones Unidas los documentos requeridos para que la gestión se lleve a cabo, según explicó el propio Assad.

"Cuando veamos que Estados Unidos realmente desee la estabilidad de la región y deje de buscar una invasión, a la vez que deje de proveer armas a los terroristas, entonces creo que podremos seguir el procedimiento necesario (para ceder el control de las armas químicas)", sostuvo.

Mientras el Departamento de Estado norteamericano exige al gobierno sirio que declare "tan pronto como sea posible" todos los detalles de su arsenal, en Ginebra se reúnen la cabeza de la diplomacia de los  EEUU, John Kerry, y el canciller designado por Moscú, Serguei Lavrov.

Allí, el funcionario ruso deberá detallar su plan, que en líneas generales prevé el control internacional sobre el armamento químico y la sujeción de Siria al tratado internacional que lo regula, que incluye su prohibición. Esto ha sido aceptado por el gobierno de Al Assad, aunque ha generado cierto escepticismo en Washington sobre cómo será implementado.

De todos modos, Barack Obama accedió a estirar los plazos -postergar su tratamiento en el Congreso- de la ofensiva "de castigo" por la masacre con gas sarín perpetrada el 21 de agosto por el Ejército gubernamental de Siria contra civiles en los suburbios de Damasco.

Las reacciones a la propuesta rusa han sido disímiles: mientras el rebelde ELS (Ejército Sirio de Liberación) la descartó de plano y exigió que se juzgue a los responsables de la masacre en cortes internacionales, Israel considera que puede ser positiva si se consigue eliminar la amenaza regional que significa ese tipo de armamento en manos de un régimen dispuesto a usarlo contra población civil.