Salón del Automóvil en Frankfurt: el futuro automotriz brilla en Alemania

Vehículos eléctricos y conectividad predominan en los modelos de la 65º edición de la exposición de autos más grande del mundo 

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El<b> coche de cristal </b>está en exhibición en el <b>stand de TRW</b>, un líder mundial en <b>sistemas de protección</b> de automóviles. AP 162
El<b> coche de cristal </b>está en exhibición en el <b>stand de TRW</b>, un líder mundial en <b>sistemas de protección</b> de automóviles. AP 162

La 65 edición del Salón del Automóvil de Frankfurt muestra un repertorio de 159 novedades automovilísticas que el público podrá ver en directo, después de que la canciller de Alemania, Angela Merkel, la inaugure oficialmente. El evento será hasta el próximo 22 de septiembre.

El Salón de Frankfurt, el mayor de cuantos se celebran en el mundo y que se alterna con el de París, dispone en esta ocasión de 230.000 metros cuadrados, equivalentes a la superficie de 2011 —su última edición—, para dar cabida a 1.091 expositores, de los cuales un 42% son extranjeros, frente al 32% de la edición anterior, y de ellos también el 42% proviene de Asia.

El IAA 2013 (siglas en alemán) se celebra bajo dos tendencias, la electrificación del automóvil y la denominada conectividad, es decir, un conjunto de tecnologías que tratan de interconectar conductor, automóvil y entorno.

En relación a la electromovilidad, el Salón germano mostrará que la movilidad eléctrica ya no es una visión, porque los e-coches ya están en las calles, desde los eléctricos puros a los de todo tipo de tecnologías de hibridación, junto con los automóviles de pila de combustible de hidrógeno.

Sin embargo, está claro que los clásicos motores de combustión interna, diésel y gasolina, continuarán dominando el mercado durante muchos años, mientras los trenes de potencia alternativos se unirán a ellos.

El segundo enfoque tecnológico del Salón es la conectividad, un área que dará lugar a profundos cambios en la funcionalidad de los automóviles, en la conducción y en la seguridad, ya que un conductor, por ejemplo, podrá ver mas allá de lo que podrá hacerlo con la visión ocular.

Los coches reconocerán obstáculos ocultos tras un cambio de rasante, por ejemplo, podrán ver lo que ocurre a la vuelta de la esquina o prepararán la respuesta de la suspensión a los baches que detecten los sensores.

Éste es el camino hacia una conducción parcialmente automatizada en la que los sistemas aliviarán algunas de las cargas que hoy tiene el conductor, incluso hasta detener totalmente el vehículo para evitar un alcance, un objetivo que algunos fabricantes ya están a punto de lograr con sus sistemas de vigilancia pasiva y activa.

Los expertos esperan un

crecimiento anual del 36% de automóviles conectados

, de forma que

210 millones de coches

de este tipo estarán en las carreteras de todo el mundo

en el año 2016

, cuatro veces más que los actuales.