Cristina: "Se ve que mucho miedo no inspiro, sino no dirían las cosas que dicen de mí"

La Presidente habló ante miles de industriales en la cena anual por el Día de la Industria. Pidió que haya un diálogo "sincero y abierto" entre empresarios, trabajadores y Gobierno y aseguró que el país está a dos puntos del fifty-fifty

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Más de un millar de empresarios de distintos sectores y cámaras fabriles, así como de entidades del comercio y de la pequeña y mediana empresa, asistieron al acto central por el Día de la Industria en el predio de Tecnópolis. Entre ellos, los directivos de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Confederación General Empresaria (CGE) y la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Con ese auditorio como marco, la presidente Cristina Kirchner pronunció un discurso en el que volvió a pedir que no exista "miedo" en las negociaciones. La mandataria había expresado un concepto similar más temprano en una reunión con empresarios, en lo que pareció una respuesta al titular de la UIA, Héctor Méndez, quien días atrás pidió "tener un ministro de Economía con más fortaleza" que la que posee Hernán Lorenzino.

Al referirse a la importancia de que exista un diálogo entre empresarios, trabajadores y representantes del Ejecutivo, la jefa de Estado remarcó que éste debe ser "abierto, sincero y sin miedo". Y añadió: "Si me tuvieran miedo no dirían las cosas que dicen de mí. Se ve que mucho miedo no inspiro".

En su discurso,  la mandataria destacó las adversidades que atravesó la gestión kirchnerista y resaltó los logros que, pese a esas dificultades, entre las que identificó a la deuda externa, consiguió. "El modelo elegido para crecer fue exitoso en un mundo que crecía y también en un mundo que decrecía", afirmó.

Pidió a los empresarios presentes que "con una mano en el corazón" respondan si no ganaron dinero en la última década. "Yo creo que han ganado todos, salvo que alguno haya perdido en el casino", bromeó.

Cristina habló una vez más de evitar las políticas de ajuste: "Sería el colapso de la sociedad", subrayó y cuestionó a los países que acusan a la Argentina de proteccionista, "pero puertas adentro toman medidas en ese sentido".

"Todo el mundo habla del proteccionismo y se rasgan las vestiduras en nombre del libre comercio, pero vuelven a sus países y toman las medidas para proteger su mercado. No nos parece mal, lo que nos parece mal es el doble estándar", se quejó.

Casi al final de su alocución informó que escuchó una anécdota de que dos premios Nobel de Economía - Joseph Stiglitz y Paul Krugman- mencionaron al caso argentino como un "fenómeno a observar" por el modo en que sorteó la crisis. Y agregó: "Tengo la certeza de que en realidad muchas cosas que se están pergeñando desde afuera y adentro tiene que ver con escarmentar a un país que se atrevió a una receta diferente".

Como cierre, instó a los industriales y a los trabajadores a seguir por el mismo camino, aún cuando cambie el Gobierno. "Quiero decirles que soy absolutamente temporal en este lugar, pero ustedes no. Ustedes son dueños de las empresas y entiendo que quieren conservarlas y mejorarlas, y los trabajadores quieren sus trabajos. Entonces cuando tomen decisiones no piensen si les gusta o no la cara de la Presidenta, piensen los empresarios en sus empresas y los trabajadores en sus trabajos".