Dicen que, al menos una vez en la vida, todas las mujeres se plantean la posibilidad de que les paguen por tener sexo, a pesar de que nunca vayan a contarlo. Algunas van más allá y cumplen su fantasía en ocasión de un viaje o unas vacaciones en algún destino lejano y donde nadie pueda enterarse.
En el film "Jeune et Jolie", la adolescente Isabella -el personaje interpretado por la modelo, Marine Vatch- pasa el verano con su adinerada familia en la playa y conoce el primer amor de la mano de Felix, con quien acaba perdiendo su virginidad. Esta primera relación es bastante insatisfactoria y, a su vuelta a París, la joven comienza a prostituirse a escondidas.
"El tema de la película es, sobre todo, cómo es tener 17 años y sentir cómo tu cuerpo se transforma", declaró François Ozon en una entrevista en el festival de Cannes. "De repente, asaltas tu cuerpo para sentir algo y tocar los límites. La prostitución era un modo de llegar a este aspecto".
Muchas otras películas trataron este tema, como en el caso de "Belle de jour" (dirigida por Luis Buñuel en 1967) donde Séverine –el personaje interpretado por Catherine Deneuve- es una mujer que está casada con un médico a quien ama pero con el cual es incapaz de mantener relaciones íntimas. Tiene pensamientos y fantasías eróticas, hasta que un día va a una casa de citas y comienza a trabajar allí durante las tardes, sin conseguir tener contacto sexual con su desdichado esposo.
En el famoso reportaje que François Truffaut le realizó a Alfred Hitchcock, el director francés le preguntó al realizador sobre las razones que lo llevaban a elegir siempre un perfil muy concreto de actriz. "¿Por qué elijo mujeres rubias y sofisticadas en mis películas? Buscamos mujeres de mundo, verdaderas damas que se transformarían en prostitutas en el dormitorio", expresó, una frase que muchos hombres suelen repetir a la hora de buscar una pareja: que sea una dama en la vida y una prostituta en la intimidad.
En diálogo con Infobae, la psicóloga Beatriz Goldberg sostuvo que ésta fantasía proviene del exhibicionismo al que hoy en día se expone –y con ganas- la mujer. "Hoy está sobrevaluado ser vistosa y ser observada por los hombres, que están exaltados por las mujeres bellas. Algunas saben aprovecharse muy bien de ello y otras hacen caso omiso", expresó . "Acostarse con muchos hombres les divierte y aún más contarlo. Sienten que les suma a su currículum. Se erotizan con la idea de ser una prostituta. La mujer siente que su cuerpo vale y que puede explotarlo. Algunas lo dejan en la fantasía, otras no. Saber aprovechar el cuerpo bello es un valor importante hoy en día y abre muchas puertas", sostuvo la experta.
"Esas mujeres atractivas saben que, a pesar de que sean inteligentes y preparadas, siempre tienen bajo la manga el as de ser deseadas, el que las convierte en poderosas. Saben que siempre tiene la posibilidad de conseguir lo que quieren a través de la seducción y, si están dispuestas a llegar a más, pueden dar su cuerpo a cambio de obtener lo que buscan", agregó.
Goldberg indicó que las mujeres ya no seducen más siendo buenas cocineras y esmerándose con un plato de comida. Hoy se gana a través del cuerpo porque lo que importa es el dinero. "Las mujeres jóvenes y lindas que están al lado de un hombre mayor adinerado no se avergüenzan en mostrarse de la mano. Ellas hablan del compañerismo y aseguran que encontraron al amor de su vida. Es que hoy es así, se puede ser un hombre joven y con eso no alcanza porque al final siempre gana la famosa frase: billetera mata galán", finalizó.