Colombia: desabastecimiento en Bogotá por la huelga agraria

Los precios de los alimentos se han hasta triplicado en la capital. El Gobierno ha ordenado el toque de queda y la militarización de las regiones más conflicitivas

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Unos 200 mil campesinos han tomado el pulso del gobierno de Juan Manuel Santos, que poco ha podido hacer para que al menos 30 de las principales carreteras del país permanezcan bloqueadas desde hace cinco días.

El jueves, el Ejecutivo ordenó militarizar las zonas más conflictivas, mientras el desabastecimiento ya afecta a Bogotá.

Según reporta el diario colombiano El Tiempo, un bulto de cebolla que el lunes se vendía en 60.000 pesos (32 dólares), el jueves costaba 120.000 en la Central de Abastos de Bogotá (Corabastos).

"Es inaudito que un bulto de cebolla cueste el doble. Si seguimos así, me voy a arruinar", dijo a El Tiempo María Antonia Bermúdez, propietaria de un restaurante.

De 150 camiones que a diario vienen de Boyacá con productos como hortalizas y tubérculos, este jueves llegaron menos de 50.

Los aumentos han afectado a productos tan variados como la arveja, que pasó de 70.000 a 200.000 pesos o el cilantro, que se vendía a 15.000 pesos los 12 kilos a inicios de la semana y ya alcanza los 40.000.

A la huelga de campesinos se debe sumar una protesta de unos 40.000 camioneros que reclaman una reducción en los precios de los combustibles.

Las medidas de fuerza alcanzan a 11 de los 32 departamentos del país, según la Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar). También se reportó cierre en el paso fronterizo con Venezuela en la región de La Guajira.

Las protestas campesinas han sido particularmente intensas en Boyacá, donde los manifestantes se han enfrentado con grupos de la policía antimotines. El gobierno ha ordenado el toque de queda en la región, que se encuentra militarizada.

Además, grupos de campesinos derramaron miles de litros de leche en las carreteras, ante la imposibilidad de que sean transportadas.

Los campesinos, que rechazan los tratados de libre comercio suscritos en los años recientes por Colombia, exigen al gobierno instalar una mesa nacional de interlocución para establecer precios mínimos y una rebaja en los costos de los fertilizantes y las semillas.

El gobierno de Santos anunció que dialogará con los campesinos de Boyacá en cuanto cese la obstrucción de vías, pero esa oferta fue rechazada por los organizadores.