Jaime gana tiempo en el caso por enriquecimiento ilícito

El ex funcionario kirchnerista, con más de 15 expedientes abiertos por corrupción, pidió postergar la justificación de un yate valuado en un millón de dólares

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 Télam 162
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Ricardo Jaime sabe que tiene muchos frentes judiciales abiertos. Uno de ellos es el que surge del expediente en el que se investiga su enriquecimiento ilícito. Tenía que justificar ante el juez Sebastián Casanello cómo hizo para comprar un yate valuado en un millón de dólares.

El 2 de julio pasado se le vencía el plazo y en ese mismo momento pidió prórroga. El 4 de julio el juez le otorgó lo que había solicitado y los siete días hábiles que tenía para explicar lo inexplicable se extienden hasta después de la feria judicial. Es decir que Jaime ganó bastante tiempo.

El yate fue comprado por ejecutivos vinculados a una empresa ferroviaria y de colectivos que Jaime debía controlar y la persona autorizada a sacarlo del astillero que lo construyó era Manuel Vázquez, quien fungía como asesor de la secretaría de Transporte y era su testaferro. Por eso Carlos Rívolo, el fiscal que investiga a Jaime por enriquecimiento ilícito, pidió que el ex funcionario justificara cómo fue que lo adquirió: sospechan que la compra se hizo con dinero muy parecido a lo que vulgarmente se llaman coimas.

Rívolo había pedido con anterioridad que Jaime y su círculo familiar y de negocios justificaran bienes por 12 millones de pesos. Todos conseguidos, claro, mientras Jaime manejaba a su antojo los subsidios y las obras del área de transporte. Autos, lanchas, casas en barrios cerrados, casa en un country, viajes y otros gastos que ni Jaime ni sus testaferros pudieron justificar. Así lo determinó un peritaje que se hizo para verificar cómo fue el enriquecimiento de quien manejó entre 2003 y 2009 la política de transporte del kirchnerismo.

Las conclusiones del peritaje revelado por Infobae fueron concluyentes: el grupo de negocios creado alrededor de Jaime no tenía cómo respaldar el nivel de vida que llevaban gracias al crecimiento del poder de quien fuera secretario de Transporte. Casanello, según explican en  Tribunales, pidió la justificación del yate para luego llamar a indagatoria al ex funcionario, su ex esposa Silvia Reyss y las hijas que ambos tuvieron en sus primeros matrimonios. Casanello heredó la causa que estuvo a cargo del juez Norberto Oyarbide, quien había decidido no llamar a indagatoria a Jaime hasta que el peritaje no estuviera terminado.

Mientras Jaime ha logrado ganar un poco en la causa por enriquecimiento ilícito, el 30 de julio próximo tiene que afrontar un juicio oral por haber intentado robar pruebas de un allanamiento. Será en Córdoba, el lugar donde militaba políticamente dentro del kirchnerismo. En tanto, otro juez federal define su situación por otro delito de corrupción: Claudio Bonadío indagó al ex secretario de Transporte en junio pasado por administración fraudulenta ya que desde su repartición se ordenó pagar una cifra de alrededor de dos millones de pesos por una obra ferroviaria. Pero la obra ya había sido pagada en su totalidad. Los abogados de Jaime no descansan porque el ex funcionario tiene, según estimaciones de fuentes judiciales, más de 15 causas abiertas por delitos de corrupción.  Sin contar en esa lista al caso de corrupción seguida de muerte por el que debe sentarse en el banquillo de los acusados: la Tragedia de Once.