El Ejército entregó el control del lugar a las autoridades civiles después de que los efectivos ya no encontraran durante la jornada ningún cuerpo más entre los escombros del inmueble de ocho pisos que se vino abajo el 24 de abril.
Sorpresivamente, una sobreviviente fue rescatada el viernes y se recuperaron los cuerpos de algunas víctimas, posiblemente los últimos.
Las excavadoras y otros vehículos fueron retirados del lugar donde se encontraba el edificio, al que se rodeará con una valla de cañas de bambú. Varias banderas rojas fueron colocadas en los alrededores para indicar que está prohibido el paso al lugar.
El derrumbe del edificio
Rana Plaza
ha atraído la atención mundial sobre las peligrosas condiciones laborales que
persisten en la poderosa industria de la ropa y la confección en Bangladesh.