Cuba: policía persigue "bombas rodantes"

Son autos que cambiaron ilegalegalmente su combustible para venderlo, reemplazándolo por gas, que es subsidiado por el Estado

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La Policía cubana desarrolla una ofensiva contra autos y otros vehículos que han cambiado ilegalmente su combustible por gas, pues su adaptación artesanal los convierte en "bombas rodantes", informó este martes el diario oficial Granma.

"Es imprescindible evitar, a toda costa, que estalle cualquiera de estas bombas rodantes, para lo cual debería llevarse a cabo, más allá de las vías legales expuestas, una acción más enérgica", exigió Granma.

Según el teniente coronel de la Policía Roberto Rodríguez Fernández, segundo jefe de la Dirección Nacional de Tránsito, en 2011 fueron detectados 57 vehículos que transitaban con gas, cifra que al siguiente año aumentó a 124.

"De enero al 16 de abril del presente año, han sido identificados 110; o sea que próximo a finalizar el primer cuatrimestre de 2013, el número casi iguala al de 2012. Si la tendencia continúa así, es posible que la cifra total del año se cuadriplique, con el peligro que ello representa", alertó el oficial.

La mayor cantidad de casos se registra en La Habana y, sobre todo, en los taxis particulares, autos de fabricación norteamericana de las décadas de los años 40-60 que los cubanos llaman "almendrones".

La venta de gasolina y diésel en Cuba se realiza en divisas, a precios de 1,40 dólares el litro de gasolina especial, 1,00 dólar la gasolina regular y 1,30 dólares el diésel, muy altos para una población con un salario medio equivalente a 18 dólares.

Eso empuja a los taxistas particulares, transportadores de carga por cuenta propia y otros a realizar las adaptaciones, toda vez que el precio del gas está subsidiado por el Estado y es para consumo doméstico (cocina y calentadores).

"El gran peligro que entraña esta ilegalidad hace que las fuerzas policiales le pongan el máximo de rigor a su enfrentamiento. El peso de la ley debe evitar las funestas consecuencias que puede producir un accidente de tránsito donde estalle uno de estos artefactos; o impedir que se produzca una explosión debido a una pérdida de gas que entre en contacto con un cortocircuito", dijo Granma.

"Necesitamos que los conductores, y la población en general, tomen conciencia de ese peligro y denuncien las violaciones de este tipo", llamó el oficial policial.

Los infractores son sancionados con una multa y el decomiso del pequeño tanque de gas y las conexiones, por lo que deben restaurar la alimentación original del vehículo.