Napolitano aceptó "para que Italia siga siendo confiable"

El flamante presidente, de 87 años, justificó su decisión de asumir el Gobierno por la necesidad de dar una buena señal al mundo. “Ha habido demasiada irresponsabilidad”, explicó

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Durante un discurso de 40 minutos ante el Parlamento para la jura del cargo, Giorgio Napolitano, elegido como presidente italiano ante la falta de acuerdo sobre su sustituto, dijo que su reelección es totalmente legítima, pues no la descarta la Constitución, a pesar de que es la primera vez que se produce en Italia.

El presidente dio muestras de emoción y recibió varias ovaciones de gran parte de los parlamentarios. Advirtió de modo directo a los partidos de que, si vuelven a mostrarse "insensibles" ante el bloqueo institucional, no dudará en exponer "las consecuencias ante el país".

"Era necesario ofrecer al país y al mundo una señal de cohesión nacional, de vitalidad institucional y de voluntad de dar una respuesta a nuestros problemas y encontrar una renovada confianza en nosotros mismos y hacia nosotros a nivel internacional", indicó Napolitano.

En un discurso en el que hizo duras referencias a la actitud de los partidos en el pasado y tras las elecciones generales de febrero, el mandatario señaló que en los últimos tiempos se hicieron "prevalecer las contraposiciones, la lentitud, las dudas sobre las decisiones a adoptar, los cálculos de conveniencias, las tácticas y las instrumentalizaciones".

"He llevado a cabo todos los esfuerzos posibles de persuasión, que fueron en vano por la insensibilidad de las fuerzas políticas, que, pese a todo, han acabado pidiéndome que asuma una ulterior carga de responsabilidad para sacar a las instituciones de este punto muerto fatal", afirmó Napolitano. "Ha habido demasiada irresponsabilidad dentro de los partidos políticos", sostuvo.

      
      

"Pero tengo el deber de ser franco: si me encuentro de nuevo ante insensibilidades como aquellas contra las que he chocado en el pasado, no dudaré en exponer las consecuencias ante el país", agregó.

El presidente de la República, de 87 años y quien llegó al cargo en 2006, dijo que seguirá en el puesto hasta que la situación de Italia y de las instituciones, así como sus propias fuerzas, se lo permitan.

Napolitano llamó a las fuerzas parlamentarias a aprobar las grandes reformas que el país tiene pendientes, como la de la ley electoral, y subrayó la necesidad de "hacer progresar a una Europa unida, contribuyendo a definir y respetar las exigencias de sostenibilidad financiera y estabilidad monetaria".