El ascensor del terror está en Brasil

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Una de las "pegadinhas" más famosas de Silvio Santos, un exitoso presentador de la televisión brasileña, no es apta para cardíacos. Con las cámaras ocultas de su programa puede verse  el interior de un ascensor, adonde entran una o dos personas. A los pocos segundos de cerrarse las puertas, las luces de la cabina comienzan a parpadear hasta que finalmente se apagan.

Cuando vuelven a encenderse, las personas que viajan en el ascensor se dan cuenta de que no están solas. En una esquina, hay una niña con aspecto de fantasma, con un peluche, que las mira. Y luego grita.

Tras la sorpresa y el susto, las luces vuelven a fallar. Para cuando han vuelto a encenderse, la niña ya no está.