Maternidad y trabajo: lo que aún queda por hacer en la Argentina

Volver a trabajar luego de haber tenido a su primer hijo para muchas mujeres es un dificil desafío que implica una mezcla de sentimientos y la sensación de dejar al niño. Especialistas explicaron a Infobae.com las alternativas para complementar el empleo y el rol de mamá

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Este festejo por el Día de la Madre seguramente es también el que estrenan muchas mujeres. La función materna implica, para una mujer que tiene a su primer hijo, una cantidad de emociones, sensaciones, enormes cambios. Todos ellos frenan de golpe ante la inevitable vuelta a la rutina. ¿Cómo hace una madre primeriza para volver al trabajo?

      
 
      

Especialistas en recursos humanos respondieron a Infobae.com cómo es para la flamante madre reinsertarse en el campo laboral tras haber tenido a su primer hijo.

"Llegado el momento de volver a trabajar, las mujeres nos encontramos con distintos sentimientos: la culpa por tener que dejar al bebé con otra persona, las ganas de continuar desarrollándonos como profesionales, pero además la responsabilidad de colaborar económicamente en el hogar", destacó la licenciada Julieta Rocchietti, gerente de Selección y Consultoría de CONA Consultores.

"Lo principal es contar con el apoyo de la pareja y de la familia, y de los jefes y compañeros de trabajo. Si podemos tener a alguien que nos ayude con las tareas domésticas, aliviaría mucho el trabajo en casa", agregó, por su parte, la licenciada Paula B. López, gerente de Gestión de Nóminas de la misma consultora.

Cabe destacar que hay una posibilidad de la que no se puede permanecer ajena: "Puede ser que la mujer al regresar a su trabajo no logre adaptarse", destacaron desde CONA, pero a la vez subrayaron que lo más importante es darse tiempo para volver a tomar ritmo y contemplar las alternativas que tenemos.

"Hay empresas que permiten trabajar desde casa algunos días al mes, otras ofrecen que en la primera etapa la trabajadora realice jornadas reducidas hasta que progresivamente se adapte al horario habitual, independientemente del descanso por lactancia".

Esto logra que la mujer se adecúe de a poco al ritmo laboral y que no sienta de golpe la separación del bebé.

      
 
      

Tras la licencia por maternidad, deben tenerse en cuenta una serie de consideraciones: "Lo más importante es encontrar una guardería o persona confiable que cuide al bebé, y así,poder acudir tranquilamente al trabajo". Es ideal, en la medida de lo posible, tener alternativas de cuidado dentro de la familia y del ámbito de confianza, como abuelos, tíos, hermanos o amigos que puedan colaborar en el cuidado del bebé.

Algunas empresas, de acuerdo al convenio colectivo que encuadre su trabajo, pueden proveer un adicional económico para guardería o por los cuidados que el niño requiera. "Hay muchas empresas que otorgan determinados beneficios adicionales. Algunos de los ejemplos podrían ser: guarderías dentro de las empresas, ayuda en cuota de jardín, reintegros de medicamentos, provisión de leches y pañales, etc.", afirmaron desde CONA.

Según las expertas en recursos humanos, "si la mujer desea continuar su actividad profesional y desarrollo laboral, recomendamos que no se prolongue demasiado el tiempo de regreso al trabajo. De esta manera se logra no perder el ritmo y que la reinserción sea más sencilla".

La flexibilidad es la clave para combinar trabajo y maternidad

Ya transcurre el siglo XXI y aún pareciera que en la Argentina no se logra terminar de combinar el rol de madre con el de trabajadora. Son muchos los cambios necesarios para que ambos campos se unan en la vida de la mujer que desea cuidar de su niño y a la vez continuar con el desarrollo de su profesión o trabajo.

      
      
 
  

"La maternidad y el trabajo parecen no haberse llevado bien durante años. Todos recordamos que, tiempo atrás, cuando llegaba el momento de tener hijos muchas mujeres optaban por una u otra cosa, parecía que no se podía ser madre y a la vez tener un empleo. Pero desde hace un tiempo es cada vez más común ver que las mujeres podemos combinar ambas actividades", destacó Mariela Aliandri, gerente de Capital Humano de Grupo RHUO.

Hoy influye la edad de las mujeres que, por deseo de progreso en el campo laboral, eligen tener hijos a una edad más avanzada. "Hace unos 15 años lo común era entre los 25 y los 30; hoy ya estamos hablando de mujeres de 35, 40 años, que ya tienen una carrera laboral formada y que buscan hacer compatible su profesión con el cuidado de los chicos".

Es por ello que cuando esas mujeres se sientan a negociar con la empresa "tienen otras herramientas que les permiten hacerlo con más flexibilidad, tanto en lo que respecta a los horarios como al lugar de trabajo. Y muchas empresas ya empiezan a tomar nota de que las madres ya no están, en general, en puestos junior y no pueden reemplazarlas con facilidad".

Por ese motivo, la tendencia en el mundo es que "cada vez más se incorpore la maternidad en el ámbito de trabajo".

En Europa hoy es común que las empresas les ofrezcan a las madres la posibilidad de trabajar "desde sus casas algunas jornadas luego de reincorporarse tras la licencia por maternidad o que puedan llevar a sus bebés al trabajo y que haya lugares preparados para dejarlos al cuidado de personal especializado y visitarlos durante la jornada laboral. Además de que la legislación acompaña por más tiempo la posibilidad de quedarse exclusivamente cuidando a sus bebés". En países como Chile, la licencia por maternidad se extiende a seis meses.

Se trata, en definitiva, de privilegiar el vínculo entre la madre y el bebé y de ayudar a que la mujer esté presente en el crecimiento de su hijo.

      
 
      

"En la Argentina, esta tendencia empezó a tener más fuerza en los últimos años. Algunas organizaciones ya ofrecen flexibilidad establecida con horarios reducidos o lugar físico de trabajo, o flexibilidad eventual ante la posibilidad de salir antes si una mujer tiene que ir al acto de su hijo, trabajar desde la casa si su hijo está enfermo o si faltó la niñera, también una incorporación paulatina después de la licencia, entre otras".

Sin embargo, también aún es común que, cuando una mujer decide hacer uso de esa flexibilidad, "surgen trabas o no es muy bien recibido por el jefe directo. Porque todavía no llegamos a ese cambio cultural que implica aceptar la maternidad como un hecho compatible con el trabajo".

Aliandri subrayó, además, que no es solo la maternidad la que, de a poco, se va a incorporando al trabajo, sino que también se incorporan los vínculos familiares, y explicó que otra de las tendencias mundiales es "organizar actividades que incluyan a los hijos de los empleados dentro del ámbito laboral, tales como visitas guiadas al lugar de trabajo, trabajar un día con sus padres, festejar el Día de la Familia o el Día del Niño".

De esa manera, las organizaciones logran que sus empleados desarrollen sus tareas en un ámbito más confortable: "De a poco, las empresas entienden que la clara división que hasta hace poco existía entre la vida laboral y la personal se hace más difusa. Así es como lo entienden los integrantes de la generación Y: la vida es una sola y quieren que todas sus actividades estén integradas".

Finalmente, destacó que probablemente, cuando las nuevas generaciones, que entienden que la flexibilidad es una aliada en el trabajo, lleguen a cargos directivos, "estos cambios ya sean tomados con naturalidad en la vida laboral".