Desde la Casa Rosada, donde anunció un 25,9% de aumento para la asignación universal por hijo, Cristina Kirchner se tomó una licencia para lanzar un contragolpe a los que critican la habitual televisación de los mensajes presidenciales.
El blanco elegido no fue otro que Mauricio Macri, principal referente del arco político opositor al kirchnerismo, quien el sábado pasado dijo: "Cuando empieza la cadena nacional agarro un buen libro" y luego sólo lee "los resúmenes", porque prefiere "conectarse con otras cosas".
Ayer llegó la respuesta-sugerencia de la jefa de Estado, que no mencionó a Macri pero hizo una referencia que no dejó lugar a dudas sobre a quién iba dirigida.
"Quería recomendar el libro Sarmiento Periodista. Lo hubiera titulado 'Sarmiento Militante'. Me enteré que el insigne maestro cuando fue presidente cerró los diarios La Nación y La Prensa. Yo me acabo de enterar. Es más, José C. Paz, se tuvo que ir a Montevideo, porque el que cayó preso fue Mitre", arrancó la Presidente.
"Sé que hay un dirigente político que dice que cuando empieza la cadena (nacional) lee un libro. Este es bueno, no sé si llegará… Son 300 páginas. Es rápido. Lo va a terminar. Se lo recomiendo a todos, fuera de broma", remató la jefa de Estado, y provocó las risas y el aplauso del auditorio.