Boom del té gourmet suma paladares latinos

El té dejó de ser tan solo un saquito que se introduce en una taza, para que luego de unos minutos, el agua hirviendo tiña el milenario brebaje. Ya sea por la globalización o por las propiedades que se le atribuyen, el consumo del té en hebras ya no sólo se asocia a los países asiáticos o al famoso five o`clock tea del Reino Unido.

El té gourmet arribó a países de América Latina con emprendimientos que fueron creciendo en los últimos años –como en Argentina-, en naciones con un alto consumo de la bebida –Chile- y busca instalarse en aquellos donde esta infusión es poco habitual, tal es el caso de Brasil.

"Cuando éramos chicos, el té era sinónimo de un té negro y estándar. Pensaba que el té en lata que compraba mi mamá y decía made in England se hacía en Inglaterra, pero luego descubrí que venía de China, India, Sri Lanka", dice Victoria Bisogno, fundadora del Club del Té y autora del libro "Manual del Sommelier de Té".

Esta ingeniera argentina de 35 años siempre fue una apasionada de esta bebida, y en sus viajes corporativos degustaba variedades aún desconocidas en Buenos Aires. Luego de una serie de capacitaciones en Francia e Inglaterra, Bisogno abandona su carrera profesional en diciembre de 2010 para dedicarse a un hobby que se transformó en pasión.

En la región, Chile se presenta como el principal consumidor de té, según datos difundidos por Lipton Chile. Cada año, se beben 319,2 tazas per cápita, por encima de los Estados Unidos (150, 2 tazas), Colombia (11,3 tazas) y Brasil (9,1 tazas). En Argentina, Bisogno calcula que se consumen anualmente un promedio de 70 tazas por habitante, debido al fuerte predominio del mate y el mate cocido entre las infusiones.

"El té gourmet creció mucho los últimos tres años en Argentina, y cada vez más gente está interesada a aprender a disfrutarlo", asegura la fundadora del Club del Té. La reconocida tea sommelier Inés Bertón logró instalar su marca Tealosophy a nivel mundial, y ya abrió un local en Barcelona.

      

Los datos más recientes indican que el consumo subió un 22% en Uruguay durante 2010, con respecto al año anterior. En cambio, Bisogno reconoce que instalar el consumo de té en México es difícil porque "es una cultura más cerrada, y el clima no ayuda a probar nuevas infusiones".

Nuevas apuestas

Dentro de América Latina, el mercado brasileño busca crecer de la mano de productos premium. En 2006, el brasileño Rodrigo Lopes se fue a España junto a su amigo Roberto Inoue a estudiar un máster en Finanzas. Allí conocieron a Pedro Amin, quien años después llamaría a Roberto para comenzar un nuevo emprendimiento: un tea shop en Curitiba.

Bajo el nombre Moncloa, estos tres amigos devenidos en socios inaugurarán su primer local en marzo de 2013, cuando se termine de construir un shopping de primeras marcas en la capital de Paraná. "En Brasil, los productos gourmet están teniendo un gran desarrollo. Las cervezas artesanales se venden mucho, aunque cuesten de 8 a 10 veces más que una normal", dice Lopes, en diálogo con Infobae América.

Además del té en hebras, la idea del empresario es triturarlo y vender "té de calidad en saquitos". Por el caluroso clima de Brasil, los 21 blends fueron especialmente elegidos para que también se puedan tomar fríos, con una fuerte presencia de los frutales. 

Con un foco en las clases A y B –las más altas de Brasil-, los tés que ofrecerá Moncloa costarán dos veces y media más que las principales marcas del mercado. Según datos de Canadean, en el país sudamericano se toman 10,2 millones de litros de bebidas calientes por año. El café es rey, con 9,3 millones. El té caliente aporta 763.000 litros, y el frío 134 mil. "Pero el té está creciendo más que el café", agrega Lopes.

Si bien el café es el fuerte de Colombia, hay empresas que hace años buscan introducir el té gourmet. Tal es el caso de The Tea House, que llegó a Bogotá en diciembre de 1991. Desde ese año, Nelly Sánchez es la experta en té de la empresa, que tiene tres locales en la ciudad. "Es un país cafetero, al principio nos costó, pero ya la gente sabe y ya nos conoce. Seguimos teniendo clientes nuevos", dice Sánchez.

Mientras que en Brasil el té más popular es el negro, en Colombia lidera el verde. Para Sánchez, "el amarillo y el blanco se venden bastante, porque se toma algo muy placentero y con buenas propiedades para la salud", como su efecto antioxidante y la capacidad de inhibir el aumento de la presión sanguínea. El clima de Bogotá ayuda a que se tome caliente, pero los blends importados de China, India, Japón y Sudáfrica se pueden beber fríos.

Donde domina el té

Cuando se saca la lupa de América Latina y se mira el mapa de los grandes consumidores de la infusión, es evidente que la cultura del té todavía no marca el ritmo de la región. Uno de los más grandes consumidores es Kuwait, con 1.430 tazas al año por persona. Son casi cuatro tazas de té por día.

Irlanda es otro de los grandes consumidores, con 1.155 tazas anuales per cápita. Marruecos (835) y Taiwán (800) también están en posiciones altas en el ranking. En el mundo se consumen cuatro millones de toneladas de té al año, según datos de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, según sus siglas en inglés). China lidera el consumo, con 1,06 millones de toneladas.

Las 985 tazas que se toman al año en Inglaterra incluyen al territorio en los consumidores líderes. De la mano de cadenas como Starbucks y Pret a Manger, en Londres es más común ver tiendas de café que de té. "La renta en Londres es muy cara, y los pequeños tearooms no pueden abrir y sobrevivir en la ciudad, como sí sucede en pueblos de provincias. El té se consume más en el hogar", dice Jane Pettigrew, especialista y consultora de té inglesa.

En Inglaterra, Pettigrew dice que "el té en hebras frutal se ha vuelto muy popular entre los jóvenes", intrigados por la búsqueda de nuevos ingredientes. Pero el English Breakfast aún es la variante más popular", concluye.