Zapatero, abucheado en su último desfile militar como presidente de España

Los asistentes al evento manifestaron su malestar hacia el líder socialista, obligado a adelantar las elecciones ante la grave crisis económica

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EFE
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José Luis Rodríguez Zapatero asistió el miércoles a su último desfile como presidente del gobierno con motivo de la Fiesta de la Hispanidad, después de siete años en el poder y cuando queda poco más de un mes para unas elecciones generales en las que el Partido Socialista será previsiblemente derrotado por el Partido Popular, según todas las encuestas.

El desfile, presidido por los Reyes, estrenó nuevo formato, con un recorrido más largo entre las céntricas glorieta del Emperador Carlos V y la plaza de Colón, con la tribuna de las autoridades en la plaza de Neptuno situada a mayor distancia del público que otros años, lo que algunos medios interpretaron como un intento de evitar los abucheos a Zapatero y otros miembros del gobierno socialista que se produjeron en ediciones anteriores.

Pero el hartazgo frente a la crisis económica pudo más que cualquier otra estrategia para evitar inconvenientes. Mientras caminaba el presidente, los asistentes silbaron y hasta pidieron que abandone el poder de inmediato. Se escuchaban gritos que pedían con firmeza: "¡Zapatero, devuélvenos España!".

El 20 de noviembre se celebran unas elecciones en las que el candidato del PSOE será Alfredo Pérez Rubalcaba, que según las encuestas tiene pocas posibilidades ante Mariano Rajoy, candidato del principal partido de la oposición, el PP, que podría incluso lograr la mayoría absoluta.

Con el país inmerso en una fuerte crisis que dejó a uno de cada cinco trabajadores en el paro y a España en la mira de los mercados por su elevado déficit público, la ministra de Defensa, Carme Chacón, afirmó la semana pasada en la presentación del desfile que atendiendo a las exigencias de "austeridad y racionalización del gasto", sería muy similar al del pasado año en cuanto a la participación del número de efectivos y unidades.

El gasto se fue disminuyendo en torno a un 20% con respecto a los costos de 2008, afirmó.

En la parada militar participaron más de 3.000 efectivos de las Fuerzas Armadas junto con 147 vehículos y 55 aeronaves, entre ellos algunos de los medios más modernos de las Fuerzas Armadas, como el caza Eurofighter, el carro de combate Leopard o los vehículos blindados LINCE y RG-31, que se incorporaron en los últimos años a las operaciones españolas en el exterior.

Estos medios formaron parte de los programas de adquisición de armamento que elevaron la deuda del ministerio hasta los 26.000 millones de euros, lo que pone en serios aprietos la situación financiera de Defensa para los próximos años ante la austeridad a la que se verá obligada también el gobierno entrante para cumplir con los objetivos de recorte del déficit comprometidos con la Unión Europea.

Los actos centrales se iniciaron a las 10:30 horas locales con la llegada del rey Juan Carlos y la reina Sofía, junto con los príncipes de Asturias y el resto de integrantes de la familia real, a la plaza de Neptuno. Un equipo de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire se lanzó sobre la plaza portando grandes banderas de España y aterrizó justo ante las autoridades, entre las que estaba los presidentes del Congreso y Senado, ministros y autoridades nacionales, autonómicas y locales.

La novedad de este año consiste en la celebración de numerosas actividades paralelas para una fiesta "más ciudadana", según el gobierno, con jornadas de puertas abiertas en museos, palacios, jardines y organismos oficiales, comola Biblioteca Nacional, el Museo Naval o el Palacio de Buenavista, sede del cuartel general del Ejército de Tierra.