Las mujeres de las FARC, abusadas y violadas

La igualdad de género no pasa del discurso. Un estudio advierte sobre las vejaciones como forma de castigo militar, el reclutamiento de niñas y el aborto forzado para controlar la natalidad. Vea las galerías de fotos y videos

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Las mujeres que logran escaparse de la selva, sean ex rehenes o guerrilleras desmovilizadas, coinciden en el mismo punto: el maltrato. Ahora esos testimonios sueltos aparecen condensados, analizados y detallados en un estudio realizado por el servicio de Inteligencia de la Policía de Colombia.

La periodista Jineth Bedoya Lima reveló en un artículo publicado en el diario El Tiempo que, mientras el gobierno de Álvaro Uribe rescataba a Ingrid Betancourt de la selva colombiana, a pocos kilómetros de allí "cuatro jovencitas pasaban la más dura «prueba» impuesta por un mando de las FARC: una a una, a cambio de no ser castigadas, fueron obligadas a tener relaciones sexuales con «Canaguaro». Al hombre le habían diagnosticado sífilis y las contagió". Este caso aparece en el informe de las autoridades colombianas. Se trata de información confirmada gracias a las computadoras secuestradas en el bombardeado campamento del "Mono Jojoy", el jefe militar abatido el año pasado.

Betancourt, en su última visita a la Argentina,  ya había explicado el papel que cumplen las mujeres y cómo se desarrolla su sexualidad en la selva. "En general, las guerrilleras son campesinas que ejercieron la prostitución, por lo que ven a las FARC como un ascenso", explicó. Sin embargo, dijo que sufren una especie de "presión revolucionaria".

"Los guerrilleros viven en sus caletas (carpas), pero los miércoles y los domingos pueden solicitar dormir con alguien. Cuando la relación se vuelve estable pasan a convivir y se los llama socios, no pareja. El problema surge cuando una guerrillera le dice tres veces que no a un hombre, porque ahí interviene el comandante del campamento", detalló. Él decide todo, al punto que -según el relato de Betancourt- el comandante puede "hacer una reflexión y decirle, «compañera, usted tiene que tener solidaridad revolucionaria para con el compañero que la necesita»", y de esa forma graficó cómo la igualdad de género en el interior de las FARC no pasa del discurso.

Un informe de RCN de 2008 ya advertía sobre esta situación. En esta serie de envíos (vea los videos relacionados) se detalla la realidad de las guerrilleras, su posición de inferioridad (en número y en poder), la falta de preservativos, la proliferación de enfermedades venéreas y los abortos forzados.  



Ese objeto del deseo

El estudio que hace Inteligencia de la Policía, sustentado en las versiones de las desmovilizadas y los documentos hallados en campamentos de varios frentes de los bloques Sur y Oriental, enumera una lista interminable de abusos.

Es que además de los pedidos de los jefes máximos de la guerrilla, las mujeres se convierten en el capricho de los hombres de segunda línea.  Uno de los datos más reveladores del documento es que es que cada frente tiene que cumplir con una "cuota" de reclutamiento de mujeres, que deben tener entre 13 y 15 años, es decir, niñas. 

"Las mujeres son necesarias para mantener la disciplina de las FARC, y así lo hemos descubierto en los análisis al material incautado, pero, sobre todo, para mantener la cohesión interna de la guerrilla, como objetos sexuales, como símbolo de respeto y orden, y a la hora de cometer acciones terroristas, como las más decididas para hacerlo", señaló al diario colombiano a uno de los investigadores de la Policía.

Advertidas de esta situación, algunas de ellas se anima a dejar las armas. Operación Mujer a Mujer es una iniciativa que, justamente, busca persuadir a las guerrilleras de que abandonen las FARC. Participan periodistas, desmovilizadas, escritoras e, incluso, familiares de guerrilleras. Todas ellas emprenden largos viajes por Colombia y se presentan en las radios locales para hablarles sin intermediarios. La idea es que los mensajes de congéneres del mundo entero influyan para que dejen las armas.



El control de la natalidad guerrillera

"La cosa está jodida con tanta bomba, y a eso hay que sumarle que siete resultaron preñadas en los últimos cuatro meses. A «Sindy» tocó mandarla para Bogotá, porque ya tenía cinco meses y se había escondido la barriga con faja, pero allá le sacaron el paquete. Se puede reintegrar el otro mes", este es uno de los diálogos que se obtuvieron de las computadoras incautadas a los guerrilleros abatidos.

En el mensaje queda claro que las mujeres no son dueñas de ninguna decisión sobre su propia familia, menos aún sobre su planificación. Decidir tener un hijo en las filas de las FARC supone un camino de solicitudes casi burocráticas que termina en el jefe de cada bloque. Este personaje es el único que habilita la búsqueda de un bebé y será él también quién decida a dónde mandarlo una vez que llegue a este mundo, porque las guerrilleras tienen suficientes responsabilidades en la selva como para criar a un hijo.

"Ellas ya saben que la que quede preñada tiene que abortar. En el frente hay un relajo muy tremendo; algunos quieren tirar con todas, y tocó sacar para Bogotá a las dos que estaban pringadas (que tienen alguna enfermedad de transmisión sexual)", informó uno de los guerrilleros -citado en el documento- a sus superiores.

Según los datos de las autoridades colombiana, de las 112 mujeres que se han desmovilizado en lo que va de este año, 57 lo hicieron para ir a buscar a los hijos que tuvieron en el monteen medio de la guerra, y las FARC los obligaron a regalar. Y del mismo número de desertadas, más de 90 -es decir cerca del 80%- sufrieron uno o más abortos forzados.

Las mujeres de...

Sin embargo, hay una élite de guerrilleras. "Es la otra cara de la moneda. Mujeres que han alcanzado un estatus dentro de las FARC y son tratadas diferente de las guerrilleras rasas que tienen que tener hasta siete compañeros sentimentales o «socios», en un año, sin contar que deben estar disponibles para el jefe del frente", dice el investigador.

En el caso de "Sandra", la ex pareja del fallecido líder de la guerrilla, "Tirofijo", que, de acuerdo con estos documentos, logró hacerse con mucho del poder que tenía él. "Ahora maneja la columna vertebral de las finanzas del bloque Oriental, como administradora. Lo mismo ocurre con Nilfa Simanca, más conocida como "Victoria', la principal jefe política del Comando Conjunto Central de las FARC y una de las máximas líderes", explicó el investigador. (Vea la nota relacioanda)

 

Según una de las psicólogas que se encarga de recibir a las guerrilleras desmovilizadas, "lo más traumático para ellas es ver cómo las propias jefes mujeres permiten que las atropellen, les quiten a sus hijos y les practiquen los abortos".