La radiación en Fukushima superó 10 mil veces el registro normal

El Instituto de Seguridad Nuclear de Francia confirmó que la contaminación radiactiva liberada por el sismo fue "muy riesgosa". Japón admitió que podrían fundirse las barras de combustible atómico de la central

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La empresa operadora Tokyo Electric Power advirtió que el exceso de calor podría provocar la fusión de las barras de combustible del reactor 2, aunque minimizó los riesgos de escape radiactivo. Intentan controlar la temperatura con agua de mar. Hay 210 mil evacuados por riesgo atómico.

La presión en el interior del reactor aumenta. Desde que se produjo el terremoto, los motores diesel que bombean agua pesada para enfriar el proceso, dejaron de funcionar. El calor del aparato se eleva y el nivel de refrigerante disminuye drásticamente.

Las autoridades utilizaron un recurso que, hasta donde se conoce, es único en la historia nuclear japonesa de 57 años de edad, introducir agua de mar directamente al reactor para bajar su temperatura.

Los esfuerzos parecen en vano y TEPCO debió admitir la posibilidad de que las barras de uranio finalmente se derritan. A diferencia de Chernobyl, en este caso, el reactor se encuentra recubierto por una barrera de contención que los rusos consideraban un lujo innecesario.

Esta barrera de concreto de dos metros de ancho es el único resguardo para evitar una masiva liberación de gases radiactivos. Para evitar que la presión aumente a niveles que destruirían esta defensa, las autoridades estiman dispensar parte de los gases al medioambiente.

La parte superior de los edificios que albergan los tres reactores explotó por culpa de la elevada presión.

                                                                                                                   

Las explosiones que sufrieron los reactores nucleares contaminaron fuertemente a 22 personas que se encuentran bajo análisis. Se estima que la cifra total de personas expuestas a los gases tóxicos podría rondar en los 190.

El gobierno japonés dispuso una evacuación de casi 20 kilómetros a la redonda. El temor a futuras explosiones y la expansión de la radiactividad obligó a trasladar a 210 mil personas. Unas 746 personas mayores y pacientes ubicados en asilos y tres hospitales del perímetro se mantendrán dentro de las instalaciones sanitarias.