Los narcos de la banda criminal que lideraba "Tony Tormenta", alias de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, realizaron esa operación como forma de advertencia a las autoridades por la muerte de su jefe, ocurrida el viernes en un enfrentamiento entre sicarios y la Marina mexicana.
En tanto, miembros de Los Zetas, cártel rival al del Golfo, colocaron "narcomantas" (pancartas) en árboles y puentes de las ciudades de Reynosa y la industrial Monterrey con mensajes de burla por la muerte del capo narco. "Una vez más se demuestra el destino de los traidores, que no caben en ninguna parte, ni en el infierno", se podía leer en una de ellas.
Los bloqueos de ruta fueron levantados por soldados y policías federales que fueron desplegados en las zonas conflictivas sin que se produzcan nuevos enfrentamientos. Sin embargo, muchos pobladores temen un incremento en la violencia, tanto por la venganza de los adeptos de "Tony Tormenta" como por el intento de Los Zetas de capitalizar el golpe dado por el gobierno. Un vecino del lugar aseguró que "es un alivio saber que lo han eliminado. Pero no nos dejamos de preocupar porque es sabido que pondrán a otro jefe y quién sabe lo que harán Los Zetas".
El estado de Tamaulipas, donde fue asesinado Cárdenas, ha sido escenario de algunos de los hechos más sangrientos de la guerra narco, como el asesinato de un popular candidato a gobernador, la masacre de 75 inmigrantes, atentados con autobombas y decapitaciones.
"Tony Tormenta" se convirtió en el cuarto capo de la droga que murió o fue capturado por las fuerzas de seguridad desde diciembre del año pasado.
El viernes, unos 150 marinos respaldados por helicópteros se enfrentaron en Matamoros por varias horas con miembros del cártel del Golfo, en el operativo que cayó Cárdenas pero que causó temor en los pobladores.