El FBI frustró un atentado gracias a la comunidad musulmana

Un pakistaní fue arrestado por intentar poner una bomba en el metro de Washington. La agrupación musulmana a la que acudía a rezar había advertido sobre sus planes

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Faruque Ahmed, naturalizado estadounidense, trabajaba en una empresa de telecomunicaciones. Las autoridades afirman que estaba ansioso por matar a estadounidenses en Afganistán y decidido a convertirse en mártir. Sin embargo, los supuestos agentes de la red al-Qaeda que contactó, era agentes encubiertos del FBI, que le tendieron una trampa.

Además de filmar todas las reuniones que tuvieron con él, le encargaron que recabe información de inteligencia como parte del presunto plan para atentar contra el metro.

Ahmed, que nació en Lahore en 1993, acudía a rezar a la Sociedad Musulmana de Toda el Area de Dulles, una congregación tradicionalista opuesta a la violencia. Sus líderes advirtieron a las autoridades sobre el potencial suicida del hombre, que finalmente fue detenido. No obstante, Robert Marro, integrante de la junta directiva de la congregación, aclaró: "El sólo acude a los servicios de oración y se va en cuanto terminan".

El caso representa el más reciente de una serie de posibles ataques terroristas en los que, según las autoridades, ciudadanos estadounidenses prestaron ayuda, los idearon o pensaban ejecutarlos.