España enfrentará a su propio fantasma: pasar cuartos de final

En la próxima fase no sólo tendrá a Paraguay como escollo, sino a una instancia que nunca en su historia mundialista pudo sobrepasar. ¿Le alcanzará con su idea futbolística?

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 Reuters 162
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La historia de la Copa del Mundo siempre dejó en jaque a España en cuartos de final, instancia a la que arribará el próximo sábado en Johannesburgo. No sólo estará el duro conjunto paraguayo enfrente, sino el propio fantasma español. ¿Habrá fin de la pesadilla?

La historia de España en la Copa del Mundo marca como mejor resultado el cuarto puesto conseguido en Brasil, cuando no había eliminación directa. Accedió a liguilla final y hasta allí llegó. No disputó cinco Mundiales, como en Uruguay 1930, Suiza 54, Suecia 58, México 70 y Alemania 74.

Sus mejores actuaciones se dieron en Italia 34, el mencionado Brasil 50, México 86 y Corea-Japón 2006, donde llegó hasta su barrera histórica. También sumó fracasos como en Francia 98, donde no pudo sortear la primera fase.

Siempre fue considerado candidato y en varios Mundiales fue cabeza de serie, pero nunca cumplió con las expectativas, aunque, dicen en España, que esta vez es diferente.

Viene de ser campeón de la última Eurocopa y se basa en un sistema de juego regado por el buen pie. Empezó el Mundial de Sudáfrica con una dolorosa derrota 0-1 ante Suiza, que hizo sucumbir los cimientos de Vicente Del Bosque, pero se recuperó y venció 2-0 a la débil Honduras y 1-0 a Chile, sin sobrarle nada.

En octavos se deshizo de Portugal, con un gol en offside que pasó por alto en la prensa española, justo cuando se habían cargado con quejas a los arbitrajes de Roberto Rossetti ? en Argentina contra México- y Jorge Larrionda ?Alemania ante Inglaterra-.

Así llega "La Furia" a los cuartos, con un equipo que invita a la ilusión y un país preso de sus propio exitismo futbolero. Enfrente estará Paraguay, un rival de temer por su constante crecimiento, por la solidaridad y el temple de sus jugadores. Pero además, tendrá que enfrentar a su propia cabeza, la que nunca le permitió saltar más allá de los cuartos. Ahí va España, con la única idea de hacerse fuerte ante la historia y, por primera vez, llegar a las semifinales de una Copa del Mundo.