A través de un escrito presentado por su nuevo defensor, Mariano Cúneo Libarona, el dirigente adujo sus 75 años, que exceden en un lustro la edad a partir de la cual puede pedirse ese privilegio, y problemas bronquiales crónicos.
La sala dos de Cámara Federal porteña tiene ahora un plazo de cinco días para pronunciarse a favor o en contra del reclamo, que ya fue rechazado por el juez de la causa, Norberto Oyarbide.
Allí lo aguardaba, además de una nube de abogados propios y del gremio, su pareja, Paula Aballay, que la semana pasada logró ser excarcelada por la sala uno de la Cámara Federal, que atendió la feria judicial en la primera quincena del mes.
Ahora se trata del pase a prisión domiciliaria en razón de la edad y de problemas de salud que ya fueron rechazados por el juez quien, no obstante, pidió informes médicos que ahora deberá enviar la Cámara Federal para su dictamen.