A los 64 años, falleció Sandro

Ayer, a 45 días de haber recibido un doble trasplante, Roberto Sánchez falleció en el Hospital Italiano de Mendoza por un "shock séptico", informó Claudio Burgos, jefe del equipo médico. Su empedernida adicción al tabaco fue determinante para el desenlace. Su estado se agravó en las últimas 24 horas, lo que obligó a que fuera intervenido dos veces de urgencia

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El cantante Roberto Sánchez, quien luchó por su vida durante 45 días y afrontó cinco intervenciones luego del trasplante cardiopulmonar realizado en el Hospital Italiano de Mendoza, murió ayer a las 20:40, indicó el doctor Claudio Burgos.

"Sandro dejó de existir por un shock séptico que se complicó con una necrosis intestino mesentérica y una coágulopatía por consumo", señaló en una conferencia de prensa que duró apenas algunos segundos.

Los restos del popular cantante serán trasladados a Capital Federal, donde serán velados desde las primeras horas de la mañana en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional, donde el pasado 4 de octubre se hizo lo propio con la también popular Mercedes Sosa.

Fueron 45 días de esperanza, de fe. El doble trasplante, de corazón y pulmones, realizado el pasado 20 de noviembre en el centro médico de Mendoza le permitió a Sandro y a todos los que lo quieren soñar con una mejoría que le posibilitara vivir con plenitud. La decisión de enfrentar el trasplante generaba un riesgo muy alto. "El Gitano" lo sabía, pero aún así tuvo coraje para afrontar lo que fuera con tal de poder mejorar y vivir algunos años más.

El trasplante había resultado un verdadero éxito. La recuperación de Sandro generaba mucha expectativa y hasta les permitió soñar, a él y a sus "nenas", con algún recital en el futuro, sin importar cómo, cuándo ni dónde. Sin embargo, poco a poco comenzaron a surgir inconvenientes. "El Gitano" volvió a ser intubado y, a mediados de diciembre, debió someterse a una traqueotomía por una infección pulmonar. "Tuvimos que empezar de cero", decía por entonces Sergio Perrone, el cardiólogo personal de Sandro.

"El Gitano" se negaba a someterse a esa intervención, no por miedo, sino porque la consideraba invasiva y no quería le afectara las cuerdas vocales. Los días fueron pasando y la salud de Sandro mejoraba y desmejoraba en cuestión de horas. El optimismo le daba paso a la incertidumbre.

La aparición de cuadros febriles en el cantante era síntoma de que la recuperación no era como se esperaba. Sin embargo, los médicos, que siempre tuvieron cautela respecto al estado de Roberto Sánchez, creían que la situación aún era controlable.

Sin embargo, todo se complicó. Primero tuvieron que operar a Sandro por una dificultad en la tráquea. Y "El Gitano" volvió a salir.  Luego, los médicos informaron que el cantante trajo en su cuerpo, antes del doble trasplante, "un bicho muy difícil de tratar", conocido como Acinetobacter baumann.
 
Se trataba de un germen que es "bastante conocido y fue descripto en 2003 cuando se supo que desde el Ejército iraquí fue transmitido a los hospitales norteamericanos y a partir de ahí se diseminó en el mundo", contaba a fines de diciembre el cardiólogo Guillermo Bortman.
 
"El Gitano" pasó las Fiestas internado, pero con muchas esperanzas de empezar el 2010 con una salud que le permitiera vivir mejor. O al menos no sufrir.
 
El cantante debió ser intervenido nuevamente ayer por la madrugada por una afección bronquial y los médicos ya anunciaban una situación "muy crítica". "Estamos haciendo todo lo posible para salvarlo", decía el  cardiocirujano Claudio Burgos. Finalmente, ayer por la tarde, el popular artista entró una vez más al quirófano, pero esta vez su cuerpo no resistió.
 
Sandro amó la vida y luchó por ella. La Argentina lo despide con dolor pero con la tranquilidad de saber que todos, y sobre todo él, hicieron todo por su vida
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Adiós Gitano.