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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró este martes al primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, su compromiso de retirar las tropas estadounidenses del país árabe a finales de 2011.
Ambos dirigentes se reunieron hoy en el Despacho Oval de la Casa Blanca, en la segunda ocasión en la que ambos se entrevistan desde julio pasado.
En una comparecencia conjunta en la que no admitieron preguntas, Obama dijo que EEUU e Irak comparten el interés en la consolidación del proceso democrático en el país árabe.
El presidente estadounidense afirmó que seguirá con interés los trabajos del Parlamento iraquí para aprobar una ley electoral que estructure los comicios de enero próximo.
Obama destacó la importancia de que esas elecciones se celebren "a tiempo" y de modo transparente, un mensaje que ya había transmitido el día anterior el vicepresidente, Joe Biden, en su reunión con Maliki.
El gobernante estadounidense destacó la transición que vive Irak y reiteró su compromiso para que las tropas estadounidenses de combate acantonadas en el país árabe hayan completado su salida el próximo mes de agosto.
La salida del resto de las tropas estadounidenses está previsto que se complete para finales de 2011.
En la actualidad los Estados Unidos mantiene desplegados en Irak unos 120.000 soldados.
El primer ministro iraquí expresó su esperanza en que con la normalización en su país se levanten las sanciones internacionales que aún se mantienen de los tiempos del presidente Sadam Husein.
Sadam fue capturado en 2003 por las tropas internacionales que invadieron Irak y en 2006 un tribunal iraquí le condenó a muerte por la matanza de 148 personas en la localidad de Duyail en 1982.
El 30 de diciembre de 2006 fue ejecutado por ahorcamiento en Bagdad.
Maliki también subrayó que la relación con EEUU no debe verse «limitada» a asuntos de seguridad.
El primer ministro iraquí se encuentra en Washington para participar en un foro de inversiones empresariales EEUU-Irak, que concluirá mañana, miércoles, y que ha contado con la participación de un millar de ejecutivos iraquíes.
Obama coincidió en que ambos países encaran "enormes oportunidades" para desarrollar una intensa relación comercial.