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El presidente electo de los EEUU se encuentra de vacaciones en Hawaii y manifestantes a favor de Palestina le reclamaron con pancartas que se pronuncie tras los ataques del ejército israelí en la Franja de Gaza.
Un pequeño grupo de manifestantes a favor de Palestina se reunieron y mostraron pancartas cerca de la casa de vacaciones que el presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, tiene en Hawaii para protestar contra los ataques aéreos que Israel realizó el fin de semana en Gaza.
Obama no hizo comentarios públicos acerca de la embestida israelí, que comenzó el sábado. Varios asesores dijeron que el presidente está monitoreando la situación y que continúa recibiendo informes de inteligencia, aunque él no es el presidente de los Estados Unidos actualmente.
En Hawaii, los manifestantes fueron dispersados cuando intentaron entregar una carta firmada por docenas de grupos activistas estadounidenses a un agente del Servicio Secreto de ese país que estaba custodiando la calle de acceso al complejo en el que se encuentra Obama.
Sin embargo, algunos críticos dicen que Obama eligió hablar acerca de los ataques producidos en noviembre en Bombay, India, con un saldo de 180 muertos, condenando a aquellos actos como terroristas. Obama, quien asumirá la presidencia el 20 de enero en lugar del republicano George W. Bush, también se pronunció sobre las dificultades económicas que está atravesando los Estados Unidos.
"El está hablando acerca de cuántos trabajos va a crear, pero se niega a hablar sobre esto", dijo una de las manifestantes, Carolyn Hadfield, de 66 años. Hadfield era una de las ocho asistentes a la marcha con pancartas que decían "No al apoyo de los Estados Unidos a Israel" y "Los gazanos necesitan comida y medicina, no guerra" cerca de la casa que Obama alquiló en Kailua, un pueblo de la isla hawaiana de Oahu, donde está pasando las vacaciones con su familia.
De todos modos, el presidente electo no salió de la residencia el martes por la mañana y no vio la protesta. Anteriormente, Obama calificó a Israel como uno de los grandes aliados de los Estados Unidos y se comprometió a garantizar la seguridad del estado judío. Además, manifestó que mantendría un impulso sostenido para lograr el objetivo de la convivenca de los dos estados: el judío en Israel y el palestino.
El martes, Israel mantuvo la presión sobre Gaza con más ataques aéreos, los cuáles justifica como respuesta a los misiles que lanzaron militantes del grupo islámico Hamas -que controla la Franja- hacia su territorio.
Autoridades médicas indicaron que las víctimas mortales palestinas ascendían a 383, en tanto los heridos superaban los 800. La administración Bush también respaldó las acciones de Israel en Gaza y demandó a Hamas la detención de los ataques contra el país vecino para acordar un cese al fuego.