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Los presidentes de Uruguay y México, Tabaré y Vicente Fox, expresaron un férreo rechazo a la posición de los países más fuertes del Mercosur ante un supuesto bloque regional de libre comercio.
Luego de duras declaraciones durante el día, ambos mandatarios decidieron ausentarse de la cena de gala de ayer por la noche.
Fox dijo ayer que una mayoría de 29 naciones del Hemisferio Occidental está considerando separarse de los otros cinco opositores y crear por su lado su propia Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La declaración fue una clara advertencia a los países del Mercosur, que junto a Venezuela se constituyeron en el principal frente de resistencia del ALCA en la IV Cumbre de las Américas.
Fox dijo que no estaba "satisfecho" con el texto avanzado hasta ahora de esa declaración y exhortó al gobierno argentino a "hacer más" para generar discusión sobre el tema central del desarrollo, promoción del empleo y gobernabilidad democrática.
Dijo que el tema de división sería el ALCA y el motivo de su descontento la forma en que la declaración estaba encarando el problema de las migraciones y dedicando tiempo a temas de interés venezolano.
En el mismo sentido se mostró Tabaré Vázquez: ofuscado por la férrea postura que exhibieron los países más fuertes del Mercosur -la Argentina y Brasil- frente a una hipotética integración a un bloque regional de libre comercio.
El canciller de Uruguay, Reynaldo Gargano, aseguró que su país y los Estados Unidos firmarán un nuevo Tratado Bilateral de Inversión con enmiendas introducidas por el presidente Tabaré Vázquez.
"Se va a firmar un nuevo tratado, distinto al anterior, con el contenido de las enmiendas que el Presidente de la República propuso y un texto que ustedes van a conocer en su oportunidad", dijo el funcionario uruguayo a los periodistas en un receso de los trabajos de la Cumbre.
Casi inadvertidos
Así pasaron los socios del Mercosur en la Cumbre de Mar del Plata, ya que fueron de los últimos en llegar y se los vio muy poco en público.
Lo extraño es que el nombre de Brasil y de su presidente Lula da Silva estaba en boca de todos los funcionarios argentinos cuando hablaban de esa alianza entre ambos países para oponerse al ALCA.
De la delegación brasileña solo tuvo contacto con el mundo exterior el canciller, Celso Amorin, quien dio una breve conferencia de prensa en su portugués cerrado y sólo aceptó preguntas de periodistas de su misma nacionalidad.
Durante la conferencia, Amorín aceptó la posición común con la Argentina, pero aclaró que esta no era la "Cumbre del ALCA".
También remarcó que el ALCA "no necesitaba ser resucitado ni enterrado", con lo que marcó una diferencia con la postura de Argentina y Venezuela.
A los restantes socios del Mercosur tampoco se los vio ni por los rincones públicos de la Cumbre, como Tabaré Vázquez, de Uruguay, y Nicanor Duarte Frutos, de Paraguay.
Pese a ello, Paraguay ha dado en los últimos tiempos importantes pasos de acercamiento con el gobierno de George Bush en materia militar y comercial.