La patria potestad salvó a un padre de seguir en prisión

Se había llevado a su pequeña hija de 5 años sin permiso de su madre, quien lo acusó de sustracción de menores. Casación determinó que no había delito por el vínculo aún vigente

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La Cámara de Casación Penal otorgó la excarcelación a un padre que fue acusado de la sustracción de su hija de 5 años, al considerar que como nunca había sido privado de la patria potestad no puede ser juzgado por ese grave delito.

El fallo fue dictado por la Sala III del máximo tribunal penal del país al revocar la decisión de la Cámara Federal que había dispuesto el encarcelamiento de Gabriel Balanovsky, porque estaba imputado del delito de sustracción de un menor de edad que se castiga con una pena que va hasta los 10 años de encierro, en concurso con lesiones leves cometidas contra el concubino de su ex mujer.
 
La nenita vivía con su madre, pero a pesar de que la mujer tenía la custodia de la menor, el padre nunca fue privado de su patria potestad, derecho que ambos compartían.
 
Según surge del fallo, el 7 de noviembre de 2001, cuando la pareja de su ex esposa llevaba a la menor al jardín de infantes, Balanovsky se acercó , empujó al hombre y se llevó a su hija, con la que vivió hasta el 27 de septiembre de 2002 cuando se produjo su detención.
 
La patria potestad fue el elemento que los camaristas Angela Ledesma, Ana María Durañona y Vedia y Eduardo Riggi tomaron en cuenta a la hora de analizar la situación del acusado.
 
"Balanovsky no ha sido privado o suspendido en el ejercicio de la patria potestad de su hija, razón esta, por la cual, el hecho imputado al nombrado, conforme la documentación agregada hasta el momento, no puede ser provisionalmente encuadrado en el delito de sustracción de menores", sostuvo Casación.
 
En cambio, la Cámara consideró que el delito por el que podría ser juzgado es de "impedimento de contacto", debido a que Balanovsky habría impedido a su ex mujer y madre de la menor "tener contacto con ella desde el 8 de noviembre de 2001, hasta el 27 de septiembre de 2002, habiendo mudado a su hija de domicilio sin la debida autorización judicial".
 
La conducta del imputado podría encuadrar también en la figura de desobediencia judicial "pero nunca sustracción de un menor simplemente porque se trataba de su hija y no se encuentra acreditado en autos que hubiera sido privado de la patria potestad, antes del hecho acontecido".

El caso fue elevado a juicio, y allí se debatirá la figura penal bajo la cual debe encuadrarse el hecho y finalmente se resolverá sobre la culpabilidad o la inocencia del padre, que mientras tanto permanercerá en libertad.