Cada 31 de diciembre, millones de personas se preparan para despedir el año y dar la bienvenida al siguiente, pero no en todos los lugares esto ocurre al mismo tiempo. En México, el momento exacto en que inicia el Año Nuevo depende de la ubicación geográfica y del huso horario que rige en cada entidad federativa. Debido a estas diferencias, existe un estado que se convierte oficialmente en el primero del país en recibir el nuevo año.
México cuenta con cuatro husos horarios principales: el horario del sureste, el horario del centro, el horario del Pacífico y el horario del noroeste. Esta división responde a la extensión territorial del país y a su cercanía con distintas regiones del mundo, lo que provoca que algunas zonas adelanten o retrasen su reloj con respecto a otras.
De acuerdo con esta distribución, Quintana Roo es el primer estado de la República Mexicana en recibir el Año Nuevo. Esto se debe a que se ubica en el huso horario del sureste, también conocido como Tiempo del Este, el cual está una hora adelantado respecto al horario del centro del país. Mientras en la Ciudad de México, el Estado de México y la mayoría de las entidades del centro el reloj marca las 11:00 de la noche, en Quintana Roo ya es medianoche y oficialmente comienza el nuevo año.
Este adelanto horario hace que ciudades como Cancún, Chetumal, Playa del Carmen y Cozumel sean las primeras en celebrar el inicio del año, con fuegos artificiales, reuniones familiares y eventos turísticos que atraen tanto a habitantes locales como a visitantes nacionales e internacionales.
Minutos y horas después, el Año Nuevo llega al resto del país. Tras Quintana Roo, lo reciben los estados que se rigen por el horario del centro, entre ellos la Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Jalisco y Nuevo León, donde el cambio de año ocurre a las 12:00 de la medianoche, tiempo local.
Posteriormente, el turno es para los estados del Pacífico, como Baja California Sur, Sinaloa, Sonora y Nayarit, donde el Año Nuevo llega una hora más tarde que en el centro del país. Finalmente, Baja California es el último estado en recibir el nuevo año, ya que se rige por el horario del noroeste, dos horas detrás del centro y tres horas después de Quintana Roo.
Estas diferencias horarias no solo influyen en las celebraciones, sino también en actividades económicas, turísticas y de comunicación. En fechas como Año Nuevo, permiten que el país viva el cambio de ciclo de manera escalonada, con festejos que se extienden a lo largo de varias horas.
Así, mientras en Quintana Roo ya se intercambian abrazos y buenos deseos, en otros puntos de México la cuenta regresiva aún continúa. Este fenómeno refleja la diversidad geográfica del país y cómo su extensión territorial influye incluso en el momento exacto en que comienza un nuevo año.