La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó el rescate de un tigrillo (Leopardus wiedii) que se encontraba en estado crítico de salud dentro de un domicilio ubicado en la alcaldía Álvaro Obregón, en la Ciudad de México. El ejemplar presentaba signos visibles de deshidratación y baja condición corporal, por lo que fue trasladado de urgencia para recibir atención veterinaria especializada.
De acuerdo con el reporte oficial, el animal fue localizado por personal de la Profepa dentro de una vivienda, donde permanecía en cautiverio. Al momento de su rescate, el tigrillo se encontraba en condiciones delicadas, por lo que se le brindaron cuidados inmediatos para estabilizarlo. Posteriormente, fue trasladado al Zoológico de Chapultepec, donde permanece bajo observación médica y recibe tratamiento especializado.
A través de sus redes sociales, la Profepa detalló que el ejemplar pertenece a una especie catalogada en peligro de extinción conforme a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. La dependencia subrayó que el tigrillo enfrenta diversas amenazas en su hábitat natural, entre ellas la pérdida de ecosistemas y el tráfico ilegal de fauna silvestre. En su mensaje, la autoridad ambiental reiteró que este tipo de animales no pueden vivir en un entorno doméstico y llamó a la ciudadanía a respetar la vida silvestre bajo el lema: “Tu casa no es su casa”.
El tigrillo, también conocido como margay, es un felino de tamaño mediano que habita principalmente en zonas boscosas y selvas de México y América Latina. Su captura, posesión o comercialización sin los permisos correspondientes está estrictamente prohibida por la legislación ambiental vigente, debido a su estatus de conservación y a la necesidad de proteger las poblaciones silvestres.
La Profepa recordó que tener fauna silvestre protegida en casa constituye un delito federal. De acuerdo con el Artículo 420 del Código Penal Federal, las personas que capturen, posean, transporten o comercien especies en peligro de extinción sin autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) pueden enfrentar penas de uno a nueve años de prisión, además de sanciones económicas que van de 300 a 3 mil días multa. Dependiendo de la gravedad del caso, las multas pueden superar los 600 mil pesos y, en situaciones de tráfico a gran escala, alcanzar montos de varios millones de pesos.
Este rescate vuelve a poner sobre la mesa la importancia de denunciar la tenencia ilegal de animales silvestres y de fortalecer la conciencia social sobre el respeto a la biodiversidad. Las autoridades ambientales señalaron que en los últimos años se ha reforzado la vigilancia para combatir el tráfico ilegal de especies y garantizar el bienestar de la fauna protegida.
Finalmente, la Profepa reiteró su llamado a la ciudadanía para reportar cualquier caso de posesión ilegal de animales silvestres, recordando que la protección de las especies en riesgo depende tanto de la acción de las autoridades como de la participación responsable de la sociedad.