Situado al sur de Quintana Roo, Dzibanché fue una de las ciudades más importantes del mundo maya durante el Período Clásico Temprano (250-600 d.C.), y su relevancia histórica destaca por haber sido un centro de poder de la dinastía Kaanul, que posteriormente gobernaría en Calakmul, uno de los reinos más poderosos de la civilización maya.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó sobre la reapertura de la Zona Arqueológica de Dzibanché, donde además de las remodelaciones, el público podrá mirar los nuevos hallazgos arqueológicos, lo que enriquecerá la experiencia de los visitantes.
Los trabajos de conservación arqueológica han permitido generar nueva información sobre este importante sitio prehispánico, cuya ocupación se remonta al periodo Preclásico Tardío (300 a.C.) y se extendió hasta el siglo XVI.
Dzibanché, un legado de la dinastía Kaanu’l
Dzibanché, cuyo nombre significa “escritura en madera” en maya, es reconocido por su arquitectura monumental de estilo Petén y por haber sido un centro de poder durante el periodo Clásico (250-650 d.C.).
Según los estudios realizados, este sitio fue gobernado por la influyente dinastía Kaan o Kaanu’l, un linaje que dejó su huella en los textos jeroglíficos encontrados en estelas, escaleras y otros monumentos del lugar.
El complejo arqueológico está compuesto por cuatro grupos arquitectónicos principales: Dzibanché o Grupo Principal, Central o Grupo Lamay, Tutil y Kinichná, los cuales están conectados por los tradicionales sacbe’ob o caminos blancos mayas.
Estas estructuras reflejan la importancia política y ceremonial que tuvo Dzibanché en su época de esplendor.
Uno de los aspectos más destacados de las investigaciones recientes es el hallazgo de tres fachadas con relieves estucados que representan el poderío de la dinastía Kaanu’l.
Según informó el INAH, estas representaciones incluyen figuras de ancestros, animales míticos y elementos simbólicos como serpientes talladas en piedra, que refuerzan la relevancia histórica y cultural de este sitio.
Este descubrimiento, dado a conocer en octubre de 2024, aporta nuevos datos sobre las prácticas políticas y religiosas de los antiguos mayas.
Los trabajos arqueológicos en Dzibanché comenzaron de manera sistemática en la década de 1990, y las intervenciones recientes bajo el Promeza estuvieron a cargo de la arqueóloga Sandra Balanzario Granados, del Centro INAH Quintana Roo.
La Zona Arqueológica de Dzibanché está abierta al público todos los días de la semana, de 8:00 a 17:00 horas.
El costo de ingreso es de 80 pesos, aunque existen excepciones de pago contempladas en la ley. Los domingos, la entrada es gratuita para ciudadanos mexicanos y extranjeros residentes que presenten un documento probatorio.