María Linde, vecina de Sabadell, permanece en estado de coma desde que sufrió un accidente durante una excursión en Lanzarote. El caso ha dado un giro angustioso para su familia, que denuncia la falta de apoyo por parte de su aseguradora, la cual se niega a sufragar un avión medicalizado para trasladar a la paciente a su ciudad de origen.
Los médicos encargados de su cuidado han autorizado su traslado, pero advierten que solo puede realizarse bajo condiciones médicas estrictas. El accidente ocurrió durante una excursión turística: “Estaba caminando por un sendero cuando, de repente, tropezó y cayó hacia atrás. Golpeó con una piedra o un escalón y quedó en coma”, cuenta Jordi Martínez, hijo de la afectada.
Desde entonces, Linde está ingresada en estado grave en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Doctor José Molina Orosa.
Además, la familia señala que la aseguradora solo ofrece vuelos comerciales para realizar el traslado, una solución que consideran insostenible. “¿Cómo pueden proponer un vuelo convencional para una persona en coma? No tiene sentido. Necesitamos un avión hospitalizado”, reclama Martínez.
Apoyo institucional ante la impotencia familiar
A la delicada situación médica y personal se suma la sensación de abandono administrativo. “La agencia de viajes ha respondido perfectamente, pero la aseguradora está jugando al juego del trilero con nosotros”, lamenta Martínez.
El caso ha movido a las autoridades locales de Sabadell, ciudad natal de la paciente. Desde el Ayuntamiento, la alcaldesa Marta Farrés contactó directamente con los familiares para interesarse por el caso y mostrar su apoyo.
Del mismo modo, la concejala de Gent Gran, Laura Reyes, mantiene una comunicación constante con la familia y explora vías para facilitar una resolución. “Solo queremos traer a nuestra madre a casa. No entendemos por qué estas gestiones cuestan tanto. Esperamos que termine pronto esta pesadilla”, concluye Martínez.
Avión medicalizado: en qué consiste y quién puede solicitarlo
En España, los aviones medicalizados o aerotaxis sanitarios son aeronaves configuradas como verdaderas unidades móviles de cuidados intensivos, regulados en parte por normativas y acuerdos entre centros médicos. Estas aeronaves disponen de equipamiento avanzado, como respiradores, monitores multiparamétricos y sistemas de soporte vital, además de un equipo médico especializado en traslados críticos.
Su uso está reservado a pacientes graves que requieren atención médica continua y que no pueden ser transportados en vuelos comerciales. Entre estos casos se incluyen personas en coma, politraumatizados o pacientes con enfermedades infecciosas graves.
Los servicios públicos y privados de salud gestionan estos traslados, que implican una logística compleja y costes elevados. En ocasiones, los traslados de turistas enfermos dependen directamente de la cobertura y condiciones de la póliza de seguro contratada antes de viajar.
En la práctica, el acceso a estos vuelos varía notablemente. En entornos públicos, su uso sigue criterios estrictamente clínicos y depende de la disponibilidad territorial. En la sanidad privada, la interpretación de los seguros puede derivar en disputas, como la que afecta a la familia Linde.
“La administración está intentando ayudar, pero una parte crucial depende de la aseguradora. Solo pedimos justicia y humanidad. Que cumplan con su deber y que nuestra madre pueda regresar segura”, insiste Jordi Martínez.