En el mes de abril hubo 78 siniestros de tráfico mortales en los que murieron 87 personas. Así lo ha reflejado el balance del ministerio del interior publicado el pasado viernes, que ha reflejado un aumento interanual del 6% de los accidentes mortales en los cuatro primeros meses del año.
El informe detalla que 15 de los fallecidos no hacían uso del correspondiente sistema de seguridad en el momento del siniestro: nueve de ellos viajaban en turismo, tres en furgoneta, dos en camión de más de 3.500 kg y uno de ellos, ciclista, no hacía uso del casco.
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La Dirección General de Tráfico (DGT) advierte que las prácticas como no usar el cinturón de seguridad están castigadas con multas que ascienden a los 300 euros, así como cuatro puntos del carnet de conducir si es el conductor el que lo vulnera, ya que está considerado como una infracción grave.
Por comunidades autónomas, Tráfico advierte de que continúa el aumento de siniestralidad registrado en Andalucía, con seis muertos más que en abril de 2023 y con diferencia la comunidad con más accidentes -21 en 2024-. Por el contrario descienden en Cataluña, con 10 fallecidos menos que en el abril del año pasado.
“No podemos permanecer impasibles, es imperativo romper esta tendencia al alza de la mortalidad vial”, “y por ello solicité a la Dirección General de Tráfico que analizara los siniestros para identificar qué había ocurrido durante los tres primeros meses del año” y, a partir de ese diagnóstico, elaborar un plan de choque con medidas concretas a ejecutar de manera inmediata”, declaró el titular de Fernando Grande-Marlaska el pasado mes de abril.
Interior anuncia nuevos dispositivos
En este sentido, la cartera que preside Fernando Grande-Marlaska anunció la implementación de un paquete de ocho medidas de contención, entre las que destacaba un aumento de la vigilancia mediante nuevos radares y agentes de tráfico o la implementación de “motos camufladas”. También recogía la introducción de un avanzado sistema de 232 cámaras de visión artificial para mejorar la seguridad vial.
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Este método innovador tiene como objetivo la detección automática de conductas peligrosas, como el no uso del cinturón de seguridad y el incumplimiento de señales de tráfico, específicamente el respeto por los semáforos en rojo, la línea continua o las señales de STOP.
La metodología detrás de estas cámaras combina técnicas avanzadas de procesamiento de imagen y algoritmos de inteligencia artificial para analizar el comportamiento de los conductores en tiempo real. Este enfoque no solo sirve para detectar el no uso del cinturón, sino que también puede identificar vehículos que realizan maniobras prohibidas, lo que contribuye de manera significativa a la prevención de accidentes. A este dispositivo se le añaden los ya incorporados como las cámaras foto-rojo, que castigan automáticamente y sin importar la velocidad a aquellos que se saltan un semáforo.