La UE se prepara para un cambio en el tráfico de opioides tras el veto talibán a la heroína

El mercado europeo de heroína sentirá el impacto del veto talibán a la producción de opio en Afganistán. La prohibición de los talibanes puede dejar un vacío en el mercado que derivará en cambios de consumo, como un aumento de la demanda de opioides sintéticos, como el fentanilo.

Estas son las principales conclusiones del informe anual divulgado este miércoles por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA por sus siglas en inglés), con sede en Lisboa. Sus expertos matizan que “es posible que lleve un tiempo” sentir los efectos de dicha prohibición en Afganistán, pues debe pasar un año entre la cosecha de la planta de opio hasta que la sustancia entra en el mercado europeo.

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Ante estos futuros cambios de mercado, los expertos abogaron por reforzar el combate a las cadenas de suministros, mejorar la cooperación internacional e invertir en los cuerpos especializados en combatir este fenómeno, entre otras medidas.

Los expertos calculan que 60,4 millones de personas en el mundo consumen opioides para un uso no médico. En Europa, la heroína se mantiene como la droga más utilizada de este tipo y se estima que el 0,3 % de los europeos consumen este tipo de sustancias. La heroína ha causado más de 6.000 muertes anuales por sobredosis en el continente, según dato de 2021, y se calcula un valor de mercado de 5.200 millones de euros, con un consumo de alrededor de 124 toneladas de heroína.

La prohibición del cultivo de opio ha supuesto una bajada del 95 % en su producción, que pasó de 6.000 toneladas anuales a 333 toneladas en 2023, en un país que suponía el 80 % de la producción global. Aunque los expertos cuestionan si los talibán podrán mantener esta prohibición debido a la fragmentación y complejidad del país, así como la crisis económica y humanitaria que enfrenta, surgen preguntas frente a qué ocurrirá con el mercado europeo de opioides, fuertemente dependiente de la exportación afgana.

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Según el investigador Laurent Lariel, podría traducirse en una mayor adulteración de la heroína con otras sustancias o si se pasará a consumir opioides sintéticos como el fentanilo, un cambio que ya ocurrió en la pasada década. Así, el foco y la preocupación de las autoridades está en los opioides sintéticos y las sustancias adulteradas, cuyo consumo está al alza. “El panorama del consumo de opioides en Europa está evolucionando y creciendo en complejidad”, ha indicado Teodora Groshkova, investigadora del informe.

En la última década, las incautaciones de heroína en la Unión Europea han caído en un 40 %, una bajada que sigue a un periodo en el que estas intervenciones estaban en máximos históricos. Si bien las actuaciones han descendido, las cantidades incautadas se han multiplicado: 2021 marcó un nuevo récord con más de 9,5 toneladas intervenidas en el año 2021. “Es la mayor cantidad incautada en las últimas dos décadas. Esto indica que ahora mayores cantidades de heroína se están transportando en envíos individuales”, ha indicado Robert Patrancus, analista del EMCDDA. Patrancus achaca la caída igualmente a la priorización de intervenciones de mayor nivel, frente a las del mercado minorista.

La bajada en las incautaciones se debe también a los cambios que afectan a las rutas que sigue la heroína para llegar al continente. Más allá del covid-19 y la prohibición afgana, estos pasos han sufrido las consecuencias de la guerra en Ucrania. El país era un punto clave en la ruta del Cáucaso, por lo que los traficantes buscan alternativas que no pasen por Kiev. De igual manera, la ruta balcánica, la más corta y directa a Europa, está derivando hacia pasos marítimos que partirían desde los puertos turcos hacia el Mediterráneo.