Las noticias se suceden. 17 de enero. Policía Nacional y Guardia Civil informan de una operación conjunta que ha propiciado la incautación de 1.564 kilos de cocaína repartidos en 64 fardos a bordo de una lancha neumática en aguas canarias. 14 de enero. En este caso es la Agencia Tributaria, en colaboración con la Benemérita, quien decomisa otros 519 kilos de coca en otra embarcación cerca de la isla de El Hierro. 11 de enero. El ministerio del Interior anuncia la caída de ‘Babu’, definido como el narcotraficante más activo del sur de España. Con él caen 508 kilos de cocaína. Son solo tres de los más recientes ejemplos.
Los narcos inundan España del preciado polvo blanco. Los últimos datos oficiales son reveladores: en 2022 se batió el récord de incautación de esta droga: casi 58 toneladas. Y en 2023, a la espera de hacer públicos los datos definitivos, se espera superar esta cantidad en más de 20.000 kilos, es decir, cerca de las 70 toneladas. Los narcotraficantes celebran una superproducción sin precedentes en la última década.
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¿Por qué? La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) lo tiene claro. Se están estableciendo plantaciones industriales de coca fuera de los tres países cultivadores tradicionales: Colombia, Perú y Bolivia, tres países que suman ya de por sí 365.000 hectáreas de cultivos de coca. Venezuela, Guatemala y Honduras han reproducido el sistema de producción de cocaína, con campos de coca junto a laboratorios y pistas de aterrizaje o cerca de otros puntos de destino. Y aunque el mercado estadounidense se ha mantenido relativamente estable durante los últimos años, el mercado europeo sigue creciendo.
Por ejemplo, de las 10 mayores incautaciones de cocaína de la historia europea, cinco se registraron durante 2023, según dats de ‘InSight Crime’. La mayor incautación del año pasado fueron 10 toneladas descubiertas en el puerto de Hamburgo en julio de 2023. España no se iba a quedar a la zaga. En diciembre se realizaron dos destacadas incautaciones por parte de la Policía Nacional, en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera. Una de ellas tuvo lugar en el Puerto de Valencia. Allí, los agentes decomisaron 3,4 toneladas. En el Puerto de Vigo, los agentes descubrieron el mayor alijo de droga intervenido hasta la fecha en Galicia, tierra históricamente vinculada al tráfico de cocaína, otras 7,5 toneladas. La droga estaba entre lomos de atún congelado.
Y es que los tradicionales narcos colombianos y mexicanos expanden sus líneas de ‘negocio’ y ahora se están asociando con bandas procedentes de Los Balcanes: albaneses, serbios y montenegrinos, los más activos en estos momentos. Pero tanta droga en el mercado podría hacer pensar que los precios bajen. La ley del mercado. En principio es así en el mercado mayorista, en los puntos de origen. El kilo de coca ha bajado considerablemente, según señalan a Infobae España fuentes de la Unidad de Drogas del Grupo de Inteligencia Criminal y Coordinación de la Guardia Civil.
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“El precio medio del kilo de cocaína que llega a España se compra en su punto de origen a una media de 30.128 euros, cuando hace pocos años estaba en torno a 35.000 euros”. Se ha dado el caso puntual, que algunos grupos organizados que han introducido esta droga en nuestro país han conseguido adquirir el kilo incluso a 18.000 euros. Las vías de entrada siguen siendo los alijos escondidos en los contenedores que llegan a los puertos españoles, sobre todo Algeciras, Valencia y Barcelona; y en los envíos que llegan a través de embarcaciones como veleros y pesqueros.
Mercado minorista
Sin embargo, estos precios no se ven, de momento, reflejados en la venta “minorista”, en lo que se paga en la calle por parte del consumidor, donde el precio del gramo sigue rondando los 60 euros, 59,04 exactamente, según las estadísticas que maneja el ministerio del Interior. Hace diez años, por ejemplo, en 2014, el gramo de coca estaba en 57,57 euros. Ahora es un euro y medio superior, y eso que ahora hay mucha más droga en el mercado que hace diez años, y en teoría, a más oferta, precios más bajos. ¿Cómo es posible que habiendo más droga los precios en la calle se mantengan? “Los narcotraficantes siguen vendiendo al mismo precio si los consumidores están dispuestos a pagar lo mismo, mantienen los precios y aumentan su margen de beneficios. Los narcos sí tienen la posibilidad de comprar más barato en origen porque hay mucha oferta”, recalcan las mismas fuentes.