Sus hijos nunca la volvieron a ver: Erma Edith desapareció en 2012 y sus restos fueron hallados en una fosa común en Sinaloa

Ocho años después, los restos de Erma Edith, de 39 años de edad, fueron hallados en una fosa común en la entidad federativa mexicana de Sinaloa. Fue reportada como ausente o desaparecida el municipio de Navolato en el año 2012.

En coordinación con el colectivo de búsqueda Sabuesas Guerreras, la Fiscalía General del Estado de Sinaloa (FGES) notificó a los familiares de la víctima que el cadáver estaba en una fosa común en la capital del estado, Culiacán.

Después de realizar la exhumación para la comparación de ADN y la elaboración de un dictamen en materia genética forense, se determinó que los restos óseos correspondían a los de Edith.

La FGES, de acuerdo con La Jornada, informó recientemente que cuenta con un registro de 1,217 cadáveres y osamentas sin identificar. Desde el 2006 y hasta septiembre de 2020 se ha acumulado esta cifra: 880 fueron identificados como cuerpos y 337 como osamentas, además de 695 fosas comunes.

La averiguación previa CLN/ EDFP/220/2013/API fue iniciada el dos de diciembre 2013, cuando se declaró la denuncia de Erma Edith. Laboraba como mesera en un bar de la ciudad de Navolato y desde abril del 2012 sus familiares no habían tenido comunicación ni contacto con ella. Sus cuatro hijos nunca la volvieron a ver.

En las indagatorias fue registrado que en el momento de la desaparición de Edith había estado acompañada por una amiga, cuyo cadáver también fue encontrado semienterrado en las playas de El Tambor, en la misma ciudad, en 9 de octubre del 2012. También fueron hallados otros dos cuerpos, el de un hombre y una mujer de nombre Azucena.

La agencia del Ministerio Publico en Navolato solicitó a la entonces Procuraduría General de la República el 27 de marzo del 2013 la elaboración de perfiles genéticos de los cadáveres restantes para buscar coincidencias con el ADN de la familia de Edith. Sin embargo, ese 5 de junio se advirtió que no se localizaron correspondencias, por lo cual quedaron almacenados en la base de datos para chequeos posteriores.

Elementos de la Agencia del Ministerio Publico especializada en Desaparición Forzada de Personas (AMPEDFP) recibió autorización de la familia el 9 de diciembre del 2013 para la extracción de nuevas muestras biológicas y así llevar a cabo la elaboración de perfiles genéticos con la colaboración institucional de la PGR. No obstante, el 30 de mayo del 2015 se notificó que los resultados no fueron positivos.

Como resultado de la colaboración con las familias de personas desaparecidas, el 28 de octubre del 2020, agentes de la AMPEDFP y la Fiscalía de Sinaloa llevaron a cabo una nueva exhumación para la comparación de ADN y la elaboración del dictamen en materia genética forense: tuvo un resultado positivo, por lo cual comenzaron las diligencias para su entrega oficial.

La FGES también especificó que cuenta con un laboratorio propio y especializado en genética forense que está “equipado con la tecnología más avanzada” y en proceso de certificación para atender y priorizar a las víctimas del delito y sus familiares, siempre siguiendo los derechos humanos.

Las autoridades confirmaron que la mayoría de los cuerpos y osamentas fueron encontrados en fosas clandestinas, principalmente en las zonas de las ciudades como Mazatlán, Culiacán, y Ahome. La mayoría está relacionada con la ola de violencia de la llamada “guerra contra el narco” y la confrontación entre grupos del narcotráfico como el Cártel de Sinaloa, uno de los más poderosos que opera en México, de acuerdo con autoridades federales.

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