Casi un 2% de la población mundial tiene una inteligencia que se mide como extraordinaria. Desde que existen los tests de cociente intelectual, varios famosos han ingresado a la historia como superdotados.
Una persona con CI mayor a 130 es de inteligencia superior. Alguien que supera esa cifra es considerado brillante.
Algunos tienen mayor CI en el área musical. Otros, en matemática. También hay superdotados en lenguaje, y en inteligencia corporal, como los atletas.
La institución Mensa ha sabido acoger a distintos personajes famosos y otros no tanto, que son intelectualmente prodigiosos.
La persona con mayor cociente intelectual es una mujer y no es de Hollywood: Marilyn vos Savant tiene 228 puntos de CI.
Las actrices Geena Davies, Sharon Stone y Jodie Foster tienen mentes brillantes. Esta última incluso ha pasado por la actuación, la producción y dirigió su propio film.
El padre de la medicina, Hipócrates, también fue un superdotado. Lo mismo con el hombre invento, Leonardo Da Vinci. El artista Miguel Angel también fue un prodigioso de elevado CI.
Hasta hubo un caso extraño en España en la década del 30: una abogada, periodista, políglota y feminista que murió a los 20 años asesinada por su madre, que quería desde su nacimiento que fuera una niña prodigio.
El último hallazgo de la inteligencia superior fue Mikhail Ali, un niño de tres años cuyo test dio 137 puntos y lo convirtió en el británico más joven que ingresó en la organización Mensa.
El nene sabe deletrear palabras al revés, hacer operaciones matemáticas y recitar el alfabeto árabe.
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