El pasado 8 de noviembre, día de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos, el museo de cera de París, conocido como Museo Grévin, difundió en su cuenta de Twitter una foto de la estatua casi terminada de quien -según pensaban en ese momento- sería el sucesor o, más bien, la sucesora de Barack Obama en la Casa Blanca: Hillary Clinton. Ahora se sabe, los pronósticos fueron desacertados.
Consultado por el diario francés Le Figaro, Yves Delhommeau, director adjunto del museo afirmó "haber confiado" en las encuestas, que, hasta último momento, dieron a la demócrata como ganadora de los comicios.
El responsable explicó que tuvo que tomar una decisión tiempo antes de que se conociera el resultado de las urnas. La primera opción consistía en elaborar dos estatuas de cera, lo que suponía un gasto importante. La segunda, adelantarse a la realidad y elegir entre ambos aspirantes.
Pese a los malos pronósticos, el museo aseguró a Le Figaro que finalizarán los últimos detalles de la estatua de la ex secretaria de Estado y que la figura de cera quedará apartada hasta que se presente una nueva oportunidad de verla entrar en la galería de los famosos.
La estatua del presidente electo estará lista en un plazo de seis meses, mucho tiempo después de su investidura. Por el momento el proyecto "está en cero", según el museo, aunque los rasgos físicos del magnate no debería presentar ningún tipo de dificultad.
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