Un acto violento terminó con la vida de Carlos Cristóbal Galván, técnico de segunda de la Policía Nacional (PNP) en retiro, quien fue asesinado a balazos este jueves mientras esperaba en la luz roja de un semáforo. El hecho ocurrió en la avenida Perú, cerca de la intersección con Próceres de la Independencia, en el distrito de San Juan de Lurigancho.
De acuerdo con un despacho del noticiero 24 Horas de Panamericana TV, la víctima, de 58 años, recibió cinco disparos dentro de su vehículo, lo que le causó la muerte instantánea. Testigos y fuentes policiales señalaron que Galván habría sido seguido por sus atacantes antes del ataque, ocurrido a escasos metros de la comisaría de Caja de Agua.
Mientras esperaban la llegada del personal del Ministerio Público, agentes policiales intervinieron para controlar a los familiares de la víctima, quienes expresaron su profundo dolor y consternación en el lugar.
Antes del reciente asesinato del suboficial en retiro, otros policías han perdido la vida o han resultado gravemente heridos en circunstancias similares en la jurisdicción. Julio César Calderón Díaz falleció tras recibir un disparo en la ingle durante un operativo del Grupo Especial contra el Crimen Organizado (GRECCO) en una intervención contra personas que bebían en la vía pública, en el asentamiento humano Eduardo de la Pinella.
Otros tres efectivos resultaron afectados en el ataque, que ocurrió el 12 de junio, generando consternación entre la comunidad y la institución policial. Familiares de Calderón Díaz expresaron su indignación ante la falta de explicaciones precisas por parte de la institución policial.
Señalaron que el suboficial, con menos de un año de experiencia en labores de inteligencia, fue enviado sin el equipo de protección necesario, como chaleco antibalas, para realizar seguimientos de alto riesgo.
En San Juan de Lurigancho, el distrito más grande y poblado de Lima Metropolitana, las organizaciones criminales parecen tener más poder y destreza que la PNP, cuya capacidad para enfrentar el crimen se ha visto gravemente limitada.
A pesar de estar bajo estado de emergencia, una medida gubernamental que no ha mostrado resultados efectivos contra la extorsión y los asesinatos, SJL sigue siendo escenario de violencia. En una sola noche de mayo pasado, el distrito reportó al menos dos atentados con explosivos y la quema de vehículos de transporte público por parte de grupos extorsionadores. Además, los asesinatos por encargo en la última semana han teñido de sangre varios puntos del distrito.
Líneas de emergencia
El Gobierno ha puesto en marcha la Central 111 de la Policía Nacional del Perú, un servicio gratuito y confidencial disponible las 24 horas del día para que los ciudadanos puedan denunciar extorsiones y otros delitos y obtener protección inmediata. Esta línea está conectada con la Central de Emergencias 105 y permitirá que las víctimas proporcionen pruebas como audios y videos.
También, los usuarios tienen las opciones de llamar a los siguientes números:
- Línea 1818: Teléfono de emergencia para reportar extorsiones.
- Celular 942841978: Contacto directo para denuncias de este tipo.
- Comisarías: Puntos de denuncia en cada distrito.