A mitad de 2020 se dio a conocer un estudio elaborado por más de cien científicos y economistas internacionales denominado “Protección del 30% del planeta para la naturaleza: costos, beneficios e implicaciones económicas”, en el cual aseguran que la conservación, restauración y creación de áreas protegidas que vayan en torno al 30% de la biodiversidad y la naturaleza (terrestre y marina) generarían enormes beneficios ambientales, económicos y financieros a escala global y, evitaría además, el colapso del mundo natural que ahora amenaza con la extinción de hasta un millón de especies
“En la actualidad, solo cerca del 15% de la tierra del planeta y 7% del océano tienen algún grado de protección, es decir, la mitad de lo que se propone como necesario”, detalla el informe
Por ello, durante las últimas reuniones del Convenio sobre la Diversidad Biológica, más de 90 países respaldaron e impulsaron la meta 30x30, conformando una coalición denominada Alta Ambición por la Naturaleza y las Personas que encabeza Costa Rica.
Como la Argentina aún no suscribió a este objetivo, 20 ONG nacionales están sumando esfuerzos y colaborando con material y fundamentos científicos para lograr que el país se una a esta meta para 2030 y trabajar en conjunto para frenar la acelerada pérdida de especies y áreas naturales.
Este acuerdo global se iba a asumir en 2020, pero se vio perjudicado por la llegada de la pandemia del COVID-19 y, es en el 2022 que vuelve a tomar fuerza, para recuperar el tiempo perdido y comenzar a trabajar en lo inmediato por el planeta.
Antecedentes internacionales
De acuerdo a la Organización Meteorológica Mundial (OMM) el 2021 finalizó con cuatro récords negativos en materia ambiental (concentraciones de gases de efecto invernadero, subida del nivel del mar, contenido calorífico de los océanos y acidificación de los océanos), demostrando condiciones meteorológicas extremas que evidencian los efectos del cambio climático.
Esta información puso una vez más sobre la mesa la urgencia de tomar medidas para frenar el cambio climático y así poder cumplir con el Acuerdo de París, el primer tratado internacional legalmente vinculante por el cual más de 193 países, incluido la Argentina, se comprometieron a reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero para limitar el aumento de la temperatura global en este siglo a 2°C y esforzarse para limitar este aumento a incluso más de tan solo el 1,5.
Precisamente a fines de 2021, en la última Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), la Argentina suscribió a dos nuevos compromisos ambientales internacionales: reducir un 26% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 (menos de 358,8 MtCO2eq de GEI) y frenar y revertir la deforestación para el el mismo año.
El caso argentino
Siendo una de las pioneras a nivel mundial, la Argentina ha demostrado tener una política sostenida en la preservación de especies y áreas naturales.
Desde 1903, cuando Francisco P. Moreno inició el sistema nacional de áreas naturales protegidas hasta el 2022, se crearon 515 áreas naturales protegidas en el país registradas en el Sistema Federal de Áreas Protegidas (SIFAP).
Hoy son más de 40,18 millones las hectáreas protegidas que representan el 14,45% del territorio nacional continental y el 7,05% de la plataforma submarina.
“Argentina fue el tercer país de todo América en tener un sistema de parques nacionales y tiene un récord muy interesante de crear nuevas áreas bajo administraciones de diverso signo político. El 30x30 es una valiosa oportunidad histórica, que un país con tanta tradición en conservación como Argentina no debe dejar pasar”, afirmó Emiliano Ezcurra, director ejecutivo de Banco de Bosques.
Actualmente, son varios los proyectos en gestión activa para ampliar el sistema local de áreas naturales protegidas y en distintas provincias, como Ansenuza, Selva de Montiel, Jaaukanigás, Mishki Mayu, El Caldenal, Islote Lobos, Laguna del Palmar y Famatina, para citar solo algunos ejemplos. Estas áreas sumarían en su conjunto casi 1.130.000 nuevas hectáreas protegidas.
“Esto demuestra que la Argentina, pese a todas sus dificultades, avanza en una dirección coherente con el pedido que hemos elevado a la Cancillería”, dijo Adrián Giacchino, presidente de la Fundación Azara.
En el caso de Ansenuza, la semana pasada se trató el proyecto de Parque Nacional en la Cámara de Diputados de la Nación, obteniendo media sanción, y se espera la definición en Senadores, para que finalmente salga la ley. También se obtuvo media sanción para la ampliación del Parque Nacional Pre-Delta.
Además, se aprobó la ley de conformación del Parque Nacional Islote Lobos, un nuevo parque en la provincia de Río Negro, el cual conforma una importante área de descanso y nidificación para las aves migratorias.
“Esperamos que para la próxima COP27 que se realizará en noviembre, esto ya esté completamente resuelto y tenemos optimismo de que Argentina va a adherir porque, hasta este momento, es uno de los pocos países del mundo que no ha dado una opinión categórica y que tiene algunas objeciones”, señaló Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentinas.
Cabe destacar que por estos días se están llevando a cabo dos encuentros internacionales de gran importancia para la concreción de estos objetivos: el debate de Naciones Unidas en el marco de la Conferencia Global sobre Biodiversidad, en Nairobi (Kenia); y la Conferencia de Naciones Unidas por los Océanos, en Lisboa (Portugal), que se extenderá hasta el próximo 1 de julio.
Para apoyar el trabajo que están haciendo las ONG y sumarse a la petición se puede hacer click aquí.