Desafortunadamente, los accidentes de tráfico son más frecuentes de lo que gustaría. Las prisas en la carretera, sobre todo en ciertas fechas señaladas; las distracciones al volante, como consultar el móvil, y otros factores externos, como el alcohol, favorecen las tragedias en el asfalto. A pesar de que en España la DGT pone en marcha cada año varias campañas para concienciar de los peligros en la carretera, los siniestros parecen no disminuir demasiado. Tanto es así, que el pasado mes de noviembre se registraron en las carreteras 72 accidentes mortales en los que fallecieron 87 personas, 11 menos que en el mismo mes de 2023. Sin embargo, en lo que llevamos de año, han fallecido en siniestros viales 1.062 personas, 17 más que en el mismo periodo del año anterior.
En algunas ocasiones, sin embargo, los accidentes automovilísticos tienen causas un poco menos comunes y, por suerte, no siempre hay víctimas mortales. Es el caso del siniestro ocurrido el pasado 7 de diciembre, aunque no fue en carreteras españolas, sino francesas. La localidad de Saint-Médard-de-Mussidan, situada en la región de Dordogne, fue testigo de como un niño de tan solo 10 años provocó un accidente automovilístico en una estación de servicio cuando su padre se ausentó durante unos minutos. Según informó el medio local Sud-Ouest, el menor logró arrancar el vehículo familiar mientras su padre se encontraba en el interior de la estación comprando una botella de gasolina.
El niño, aprovechando la breve ausencia de su padre, se deslizó hasta el asiento del conductor y, aparentemente de manera accidental, arrancó el coche y metió la marcha atrás del vehículo, que era automático. Evidentemente, sin mucha capacidad de manejo del coche, el menor no fue capaz de controlar lo que estaba ocurriendo ni consiguió frenarlo, por lo que la situación terminó en una colisión violenta con la cabina de pago de la estación de servicio, causando daños significativos.
Accidente sin heridos, a pesar de la magnitud del choque
En el interior del vehículo se encontraba también el hermano menor de este niño, sentado en la parte trasera. Además, una empleada de la estación que en ese momento estaba dentro de la cabina impactada fue testigo del suceso. Afortunadamente, no resultó herida ni se reportó ninguna otra víctima a pesar de la magnitud y peligrosidad del choque.
“Cuando empezó a dar marcha atrás, vi una pequeña silueta al volante del vehículo“, afirmaba anonadado un segundo testigo que presenció la escena en el medio France Bleu. El hombre describió el momento del impacto como un choque especialmente violento que generó un fuerte ruido y causó la caída de dos paredes de la cabina, además de romper las tuberías de agua, lo que provocó un pequeño géiser y un corte de electricidad en toda la estación. Las autoridades locales, incluyendo a los gendarmes de la comunidad de brigadas de Mussidan-Montpon y los bomberos, acudieron rápidamente al lugar de los hechos para atender la situación.